Aspyr se ha especializado en traer juegos de épocas pasadas al presente, como la primera trilogía Tomb Raider, pero si son de Star Wars, mejor que mejor. Suyas son las remasterizaciones de Star Wars: Bounty Hunter, una de las últimas, así como de Caballeros de la Antigua República y su segunda parte, o KOTOR, que seguro os suena más.
Y suyo es también evidentemente el título que os traemos hoy, un Jedi Power Battles que regresa desde el año 2000 cuando vio la luz en PlayStation y Dreamcast, basándose precisamente la versión con la que hoy nos encontramos en la lanzada en la que fuera la última consola de Sega.
Nosa gusta de lo Naboo
Star Wars: Episode I: Jedi Power Battles recrea, con muchas licencias, los eventos acaecidos en La amenaza fantasma, aunque ya os avisamos de que será obligatorio haber visto el film, pues el juego, después de su secuencia de introducción, la de los títulos iniciales, nos deja sin más explicaciones en mitad de la refriega. Es as así a lo largo de sus 10 niveles, echando en todos de menos una mayor contextualización.
Si somos fans de la saga y, como será lo más fácil, hemos visto el Episodio I, no habrá mayor problema, pero si no preparaos para veros en la nave de la Federación de Comercio, Coruscant, Tatooine, Naboo y demás parajes sin saber muy bien cómo ni por qué habéis llegado allí.
Una vez dentro, tocará pelear sable en mano con ayuda asimismo tanto de la Fuerza, usada mayormente de manera defensiva, como de alguna que otra granada. Manejando a personajes sacados directamente del film, con algunos nuevos para la ocasión, nos la veremos con, sobre todo, droides de la serie B1 y Droidekas, más unos no especialmente imaginativos jefes finales, aunque tampoco desmerecen.
A sablazo (casi) limpio
Aprovechando el relanzamiento, Aspyr también ha pulido ligeramente el control, y ahora es más fácil tanto acertar a nuestros enemigos como superar las distintas plataformas que deberemos sortear en cada nivel. Sin embargo, el juego sigue manteniendo aquella injusticia en la que los golpes enemigos prevalecen sobre los nuestros.
Nos explicamos: si un droide decide darte un culatazo, da igual que tú estés ya atacando y el sable esté a medio centímetro de su cara, te vas a llevar el golpe. Para evitar esto mismos podremos cubrirnos o bien recolectar power-ups que mejoren nuestro sable, haciéndolo más largo y potente. Y al final de cada nivel tocará mejorar al personaje si hemos conseguido los suficientes puntos, añadiendo un ligero toque RPG que le sienta muy bien.
Por suerte y aunque no deja de ser un beat ’em up, lo que conlleva cierta repetición en las mecánicas, el hecho de poder manejar varios vehículos durante las algo más de 3 o 4 horas que os durará su modo principal, harán que sea entretenido jugarlo de principio a fin, máxime si, como es el caso, nos acompaña a la perfección la batuta de John Williams.
Modos y más
Acompañados por otro jugador, mejor, aunque la cámara a veces juegue ciertas malas pasadas así si nos alejamos mucho el uno del otro. También a dobles podemos disfrutar de sus minijuegos y del modo VS, siendo este último una suerte de modo lucha 1 contra 1 sin demasiada enjundia pero que sí probaréis de vez en cuando.
En cuanto a lo visual, 25 años pesan y Aspyr ha hecho poco por mejorar lo que nos dio en su día Dreamcast, con muros invisibles, texturas planas y modelados que dejan que desear, aunque el HD le sienta bien y se agradece la adición de los nuevos personajes. Por otra parte, su control, incluso en su modo clásico, es menos tosco de lo que cabría esperar de un juego con esta edad, pese a que en ningún momento será perfecto.
Si te gusta el Episodio I, adelante
En su versión digital, este Star Wars: Episode I: Jedi Power Battles cuesta casi 20 € y por las horas de diversión que os puede dar solos o acompañados, en local solamente pues carece de opciones en línea, puede ser una buena opción si sois seguidores de las aventuras galácticas creadas por George Lucas.