Pilot Sports viene a rellenar un hueco que ha dejado, el siempre aclamado, Pilotwings. Un juego que consigue entretener, e incluso nos reta para superar ciertas fases y puntuaciones, pero que le falta un poco de todo para ser un juego recomendable.
Un quiero y no puedo
Estamos en una isla paradisíaca, muy en la línea a lo visto en Pilotwings Resort de Nintendo 3DS. En este lugar, una vez que hayamos elegido a nuestro personaje, deberemos realizar una serie de pruebas de altos vuelos: avioneta, jetpack, paracaídas y ala delta. En cada una de estas fases tendremos que realizar diferentes funciones, como conseguir el mayor número de puntos o acabar el recorrido en el menor tiempo posible. Normalmente, tenemos que ir atravesando una serie de aros que nos darán o restarán puntos o tiempo, y también habrá diferentes ítems que aumentarán la puntuación o nos darán más segundos para acabar la fase en un tiempo menor.
A nivel gráfico, estamos ante un juego muy flojo. Ya en la pantalla de selección de jugador, vemos una serie de personajes sin carisma, no hay ninguno con el que nos hayamos sentido identificado. Una vez ya metidos en la partida, los escenarios son muy simples y repetitivos. En ocasiones, parece que estemos ante un juego de varias generaciones atrás. Escenarios rígidos, personajes muy mal definidos y fallos técnicos propios de la década de los 90.
En el aspecto sonoro, las canciones son muy básicas y similares entre sí. Además, se reproducen de una manera muy robótica, es decir, una vez estemos en la pantalla de inicio de la fase, en la que se nos explica el funcionamiento y los controles, ya estará sonando la canción en cuestión, y esa, no dejará de reproducirse hasta el final del nivel.
A falta de Pilotwings…
No te dejes engañar, no es Pilotwings aunque intente parecerse. A diferencia del juego de Nintendo, Pilot Sports se juega muy fácil, por lo que es ideal para los más pequeños de la casa. Eso sí, aunque es fácil manejar los diferentes vehículos, conseguir las medallas de oro necesarias para pasar al siguiente nivel no será tan sencillo, y eso es bastante desesperante.
Dependiendo de los puntos conseguidos o el tiempo que hayamos utilizado para acabar la fase, recibiremos una medalla de bronce, plata u oro. Lo verdaderamente importante será la medalla dorada, que, como hemos comentado, nos servirá para poder abrir nuevas fases. Ya os decimos que en muchas ocasiones será muy complicado conseguirla y eso, sumado a que el juego no termina de enganchar, hará que lo dejemos abandonado.
Lo mejor del juego viene en las opciones multijugador. Podemos jugar dos, tres y cuatro jugadores, todo en modo local y las partidas son bastante divertidas. Si no consigue engancharte o simplemente te desesperan ciertas fases, puede que encuentres la verdadera esencia de este juego en las partidas
Miedo a las alturas
Es un título divertido que en las primeras partidas te invita a intentar superar los records e ir a por las medallas que abren más contenido pero, aunque tiene su parte de reto, al poco se hace demasiado reiterativo. El título cuando más se disfruta es cuando añadimos varios jugadores a la partida, ya que hay unos piques muy interesantes cuando retamos a otro o a varios jugadores.
Ya de por sí, el juego no cumple con las expectativas, pero es que, además, tenemos la problemática de que es excesivamente caro. Si estuviésemos ante un juego asequible podríamos darle una oportunidad, porque tiene cosas interesantes como para divertirte, pero pagar casi 35 euros es excesivo para lo que ofrece.