Se ha hecho de rogar, nada más y nada menos que 10 años, pero ya ha aterrizado en nuestras Nintendo Switch la cuarta entrega de una de las sagas insignia de Nintendo, Pikmin 4. Y no es para menos, ya que desde su primera entrega, hace poco más de dos décadas, los Pikmin se convirtieron por mérito propio en los iconos de los nintenderos. Una saga que representa bien los que es Nintendo: un derroche de imaginación, con una jugabilidad a prueba de bombas y, sobre todo, única, ya que no hay nada igual ni que se le acerque en el mercado.
Extraviados en un misterioso planeta en Pikmin 4
Pikmin 4 es un juego de acción y estrategia en el que exploramos gigantescos entornos sacados de todo tipo de localizaciones naturales. Y lo de gigantescos no es un decir, ya que nuestros protagonistas son personajes del tamaño de dos pulgadas, por lo que todo a su alrededor alcanza unas dimensiones gigantescas. Explorar entornos tan cotidianos desde este punto de vista tan peculiar siempre ha sido uno de los puntos más llamativos de la saga, ya que nos transporta inmediatamente a clásicos cinematográficos como el de Cariño, he encogido a los niños.
Como viene siendo habitual en la franquicia, nuestros pequeños protagonistas son astronautas que por un accidente quedan atrapados en nuestro planeta y tienen que reunir recursos para sobrevivir y poder regresar a su lugar de origen. En este capítulo de la saga, somos un equipo de exploración que recibe la llamada de auxilio de nuestro querido Capitán Olimar, el protagonista de la primera entrega. En su rescate, sufrimos consecuencias parecidas y acabados igualmente atrapados.
Por suerte, para el equipo rescatador en apuros, el planeta está habitado por extrañas criaturitas llamadas Pikmin, los iconos indiscutibles de la franquicia. Los Pikmin son formas de vida similares a las plantas, y existen tipos diferentes: rojo, amarillo y azul, voladores, pétreos, blancos y morados. Cada tipo de Pikmin tiene un punto fuerte distinto que debemos aprovechar. Por ejemplo, Los Pikmin rojos soportan el fuego, los azules pueden sobrevivir en el agua, los amarillos destruyen obstáculos con electrificados. Los Pikmin comienzan siendo hojas, luego maduran y se convierten en capullos y por último en flores (estado que puede verse encima de su cabeza).
¿Es un animal? ¿Es una flor?
El jugador puede controlar a los brotes Pikmin de forma individual, ya sea en grupos o formando una figura grande de Pikmin, que en un principio estará limitada en número hasta que encontremos tubérculos que aumenten la capacidad de Pikmin que pueden salir de expedición. Otro aspecto a resaltar, es que solo podemos tener tres tipos de Pikmin de manera simultánea cuando salimos de aventura, algo que facilita quizás la gestión pero que nos obliga a ser más estratégicos y a medir los viajes que damos.
Los comandos de acción en Pikmin 4 son más versátiles que nunca, se activan con sólo pulsar un botón y se utilizan para controlar a las criaturas para que hagan cosas como construir puentes, destruir muros, llevar bombas o para que entren en combate contra otros seres del planeta (donde puede que más de uno caiga en combate por desgracia).
Uno de los aspectos más divertidos del juego es dirigir a los Pikmin a la batalla. Los enemigos naturales suelen ser mucho más grandes que los Pikmin, así que hay que actuar en masa para tener éxito. Lo mejor es atacar al enemigo por la espalda, o de lo contrario el enemigo se zampará o aplastará gustoso a los Pikmin.
Un gran reto para una gran aventura
Uno de los dilemas que ha tenido que afrontar la saga Pikmin reside en su dificultad. Hasta ahora no se había conseguido un equilibrio entre reto y ser asequible para todo tipo de jugadores. Por ejemplo, Pikmin 2 es la entrega con más detractores tiene debido a lo exigente que eran sus niveles basados en cuevas por lo meticulosos que nos obligaban a ser en la gestión de Pikmin (especialmente al no tener la cebolla principal a mano y tener que usar una serie de flores especiales para cambiar o conseguir algún Pikmin más), que en Pikmin 4 regresan.
Aunque esto pueda ser subjetivo, pensamos que Pikmin 4 es la entrega que mejor maneja este aspecto, con una curva de aprendizaje perfecta, ofreciendo sencillez en sus primeros pasos para acabar dejando los mejores retos de toda la entrega, sorprendiendo y haciendo uso del ingenio que siempre ha definido a Nintendo.
Las novedades de Pikmin 4
No podemos hablar de novedades sin empezar por la nueva mascota de la saga, el perro Ochín. Este perro cumple varias funciones dentro de Pikmin 4. Para empezar, viene a ser el segundo personaje controlable del juego, pudiendo alternar su control para desdoblarnos por los escenarios y explorar dos zonas al mismo tiempo. También hace de montura, en donde astronauta y Pikmin se desplazan montados en él, lo que sirve para agilizar el desplazamiento y tener el pelotón de Pikmin más agrupado. Además, funciona a modo de Pikmin hipervitaminado, pudiendo hacer casi cualquier acción que hagan los tubérculos pero con mayor eficacia.
Dentro de las nuevas sorpresas, encontramos los esfuerzos de Nintendo por hacer la saga más accesible para todo tipo de jugadores. Dentro de estas mejoras de calidad de vida, destacamos controles que automatizan el apuntado de los Pikmin y la posibilidad de retroceder a puntos de control previos en cada día en caso de que hayamos perdido muchos Pikmin. También, por primera vez podemos comprar herramientas y habilidades como mejoras de vida o disminución de daños.
Otra de las grandes novedades en esta nueva entrega son el diseño de sus escenarios, ya que es esta ocasión nos moveremos por entornos más abiertos, presentado un diseño más orgánico, con sus propias zonas diferencias, dotando a cada nivel de personalidad. Y este aumento de calidad en el diseño viene acompañado de escenarios en movimiento, en donde estos se alteran dependiendo de la hora del día en la que nos encontramos, abriendo mil posibilidades para explorar. Un derrocho de originalidad en toda regla.
Como no podía ser de otra forma, se añaden nuevos tipos de Pikmin (ya se han visto en vídeos eso sí) de los cuales no desvelaremos nada, pero que sin duda vuelven a aportar variabilidad y nuevos tipos de puzles para resolver. Además, como ya comentábamos antes, regresan los niveles en cuevas. En estas cuevas, el tiempo pasa más despacio y será el lugar donde encontremos la mayor cantidad de puzles y desafíos. Por suerte, y algo que nos ha sorprendido, es lo bien que están diseñadas, con una dificultad medida al milímetro, que no llegan a saturar ni a desesperar en ningún momento, como sí les pasaba a muchos en Pikmin 2.
Han pasado 10 años desde la última entrega, pero Pikmin 4 se mantiene tan fresco como la primera vez que arrancamos un Pikmin del suelo, pareciendo que no ha pasado tanto tiempo. No estamos ante la revolución de la saga, pero si ante un paso hacia adelante en donde la experiencia se equilibra, se añaden elementos que la completan y se refina, convirtiendo a Pikmin 4 en la mejor entrega hasta la fecha, aunque esperamos que no la última.
Versión del juego analizada: 1.0.1.
