Hoy os traemos la reseña de Go! Go! PogoGirl. Un título que busca transportarnos a la época de los 16 bits en los que importaba el juego y poco más. Y como no puede ser de otra forma, lo hace con uno de los géneros estrella de aquellos momentos, el de los plataformas.
Vamos, Pogogirl
Alguien roba un pogo místico en la noche, y PogoGirl va tras la culpable. No hace falta nada más, y así el juego nos suelta en niveles que se van completando de seguido pero que podemos seleccionar desde un menú. Esto es algo personal, pero un pequeño mapamundi en lugar de una selección en listado de fases le habría sentado de maravilla.
El control de nuestra heroína es particular, y es que no estamos en un autorunner, sino en un autojumper, es decir, no para de saltar. Por lo tanto, nuestra labor es medir bien las caídas y distancias para que esos saltos salgan bien. No obstante, tenemos dos habilidades adicionales: un ataque en giro y la posibilidad de caer en picado para así rebotar más alto. Este último elemento es la clave para dominar el juego, pues si se hace en el momento justo, la potencia de bajada es mayor y por lo tanto el rebote también.
En total hay 16 niveles tradicionales y 4 de jefes, distribuidos en 4 mundos cuyas temáticas son las estaciones, y que además cuentan con una fuerte inspiración en Green Hill. El juego hace un buen trabajo en lo que a curva de dificultad se refiere, además de ir introduciendo nuevas dinámicas en forma de obstáculos y mecanismos poco a poco que complementan muy bien un título basado en muy pocas mecánicas.
Paciencia o costumbre
Cada nivel ofrece además una serie de medallas de desafío para los que quieran sacarse el 100%: conseguir 3 joyas granates, 100 joyas verdes y no morir. Y si somos de la generación de los logros, también vamos a tener un listado interesante más allá de coleccionar medallas, como superar un nivel sin usar el giro u otros similares. Además de eso, un cronómetro opcional puede ser activado para favorecer el speedrunning, aunque no nos brinda ningún coleccionable en sí.
Por tanto encontramos una experiencia directa, sencilla y bien llevada a la ejecución, aunque el tema del movimiento del pogo es algo a lo que hay que hacerse, y puede ser realmente la mayor barrera de entrada, pues supone cierta planificación, paciencia y dominio de la caída en picado. Esto es algo especialmente notorio ya que de un golpe enemigo o de obstáculo morimos, y en ese caso nos tocaría repetir desde el último punto de control. Un escudo puede ser encontrado en algunos lugares (como antes de un jefe) para aguantar un golpe más, pero hemos de acostumbrarnos a medir muy bien.
Un juego algo breve (salvo que muramos en varias ocasiones), pero muy eficaz y que llega a un precio acorde. No tiene traducción pero no la necesita, pues su cantidad de texto es ínfima. A nivel gráfico y sonoro encontramos, al margen de mejoras en calidad posibles a día de hoy) lo que podíamos esperar de un juego de SNES, pero no uno memorable, sino uno correcto. No es algo necesariamente malo, pero una mayor variedad de fondos o animaciones le habría hecho destacar más.
Por lo tanto, Go! Go! Pogogirl es un juego más que correcto si nos gustan los plataformas de la época de los 90. Su mecánica del pogo le da un valor añadido y distintivo, pero es cierto que hay otros apartados en los que no consigue sobresalir tanto. Además, para los estándares actuales, puede hacerse algo difícil, algo que fácilmente se habría solucionado con un modo fácil con más vidas y facilidad para ejecutar la caída en picado. No obstante, como ya hemos mencionado, es un título muy recomendado para los que busquen un rato interesante de plataformas retro hecho con cariño.
