El juego original de Glover salió a la venta en 1998 para la mítica Nintendo 64. En su momento, pese a presentar una jugabilidad innovadora en los ya de por si innovadores juegos tridimensionales, el juego pasó sin llamar mucho la atención, convirtiéndose en una joya de culto de manera instantánea (sobre todo al saber que casi fue el guante de Mario). ¿Fue un juego infravalorado o demasiado ambicioso para su época?
Rueda, salta y manipula tu bola mágica
La historia de Glover gira entorno a Glover, un guante que da el título al juego, que ha sido creado por un hechicero nefasto. Ahora, sin comerlo ni beberlo, Glover debe recuperar los cristales mágicos para restablecer el orden que este hechicero patán ha deshecho.
Como podéis apreciar la historia de Glover no es un alarde de originalidad. Todo lo contrario de su jugabilidad que es donde la propuesta da el do de pecho. Esta gira, nunca mejor dicho, sobre la manipulación de una pelota, la cual Glover hará girar para llevarla consigo, siendo su mejor aliada a la hora de derrotar enemigos y solucionar puzles.
De esta forma haremos rodar, botar y realizar equilibrismo sobre nuestra bola. Este control exige al jugador dedicación y práctica. Pero sorprende como se ha llevado esta jugabilidad a diferentes situaciones. Además, la capacidad de transformar la bola en diferentes formas añade situaciones variadas dándole una capa extra de profundidad.