Quién nos iba a decir que los juegos de golf captarían tanto la atención de los jugadores virtuales aunque nos les interese ni un ápice su deporte homónimo. EVERYBODY’S GOLF HOT SHOTS sale de la casa que le vio nacer para demostrar el por qué.
Lejos del eagle
Cuando pensamos en golf dentro del mundo del videojuego, pocos nombres vienen tan rápido a la mente como Everybody’s Golf. Una saga que nació en PlayStation, al igual que PATAPON 1+2 REPLAY, y que con el paso de los años ha sabido hacerse un hueco por su propuesta desenfadada, accesible y adictiva. Clap Hanz, responsables de la franquicia desde siempre, no son los encargados de traerla ahora a Nintendo Switch pero desde Bandai Namco, ahora con la licencia, prometen recuperar ese espíritu tan nipón. Pero a pesar de su voluntad por hacerlo posible el resultado está lejos de lo que muchos esperábamos.
La saga Everybody’s Golf, también conocida en sus inicios como Hot Shots Golf, ha sido durante décadas una de las propuestas más reconocibles dentro del golf arcade. Con su mezcla de accesibilidad, humor y reto, consiguió una identidad propia que la convirtió en un clásico dentro del catálogo de consolas PlayStation. Ahora la licencia aterriza en Nintendo Switch con una entrega que, basándose en entregas pasadas, busca mantener el encanto y ampliar su público de la mano de Hyde, desarrolladores de Disney TSUM TSUM Festival.
Visualmente es un juego muy áspero.
Sin embargo, el resultado final deja la sensación de ser un proyecto algo perezoso. No es que falte contenido ni modos de juego, todo lo contrario, pero el cuidado y el mimo que se esperaría de una saga tan veterana parecen haber quedado en segundo plano. Para los que hemos disfrutado de entregas anteriores, el contraste es evidente, y más si comparamos con lo que ofrecían títulos tan lejanos en el tiempo como la versión de PlayStation Vita o incluso la última gran iteración en PlayStation 4.
Aun así, lo básico está ahí: un control accesible, variedad de campos y un estilo desenfadado que no abruma a los recién llegados. El espíritu de “cualquiera puede jugar” sigue intacto, y eso permite que EVERYBODY’S GOLF HOT SHOTS funcione como título de entrada para un público más casual. El problema llega cuando uno busca mayor profundidad, un salto o, simplemente, el nivel de acabado que siempre caracterizó a la serie.
Hay modos de juego de todo tipo sean individuales o en compañía.
Un juego variado, pero sin ambición
En lo jugable, encontramos varios sistemas de golpeo para adaptarse a diferentes gustos, lo que añade cierto margen de personalización. Los modos no faltan, desde los clásicos torneos o partidas con ítems hasta un online que, sorprendentemente, funciona de manera muy estable. Esto permite partidas fluidas y competitivas, siendo posiblemente la mejor baza del juego para quienes disfruten del multijugador.
El problema es que, más allá de esa variedad, no hay nada revolucionario. Faltan opciones que a estas alturas deberían ser estándar, como un control de cámara más refinado, un mapa más claro o incluso la posibilidad de usar controles táctiles o de movimiento. Resulta especialmente llamativo que se haya prescindido de estas últimas posibilidades, cuando precisamente el género demostró con Wii Sports lo bien que pueden funcionar y también, más recientemente, Clap Hanz hizo lo propio en realidad virtual y cuánto aportan a la inmersión.
Que no os engañe su apariencia afable, también es muy exigente.
Si miramos la experiencia global, queda claro que esta entrega apunta a un público poco exigente. Los veteranos, en cambio, percibirán enseguida que no se trata de un título especialmente trabajado ni ambicioso. Hay entretenimiento, sí, pero no esa chispa que en el pasado lograba enganchar incluso a quienes no eran aficionados al golf y es algo que le resta atractivo a este EVERYBODY’S GOLF HOT SHOTS.
Todo esto se acompaña por una cantidad de personajes jugables no muy elevada pero son variados y se permiten invitados como Pac-Man, varios caddies (nuestros acompañantes) con los que nuestra relación cambia en función de nuestro juego y ciertas opciones de personalización visual, nuevos palos y mucho más con lo que gastar el dinero que ganamos jugando, algo importante para mantenernos pegados a la consola.
El juego llega con textos en castellano, ideal para el modo historia.
Un apartado técnico a contrapié
Es en el terreno técnico donde más evidente se hace la falta de cuidado. Aunque jugarlo en de Switch 2 ofrece un mejor rendimiento, no se ha lanzado ninguna versión nativa, algo que ya parece la norma, por lo que las mejoras se limitan a una tasa de frames y resolución más estables. EVERYBODY’S GOLF HOT SHOTS funciona mejor en modo portátil que en sobremesa, lo cual ya deja claro que el juego no está del todo optimizado
Los problemas gráficos se acumulan: pop-in constante de elementos, distancia de dibujado muy reducida, texturas de baja resolución e incluso algunas escaladas de manera tan evidente que rompen la estética general, sobre todo en edificios y elementos destacados. La iluminación tampoco ayuda, resultando artificial y poco integrada, lo que refuerza la sensación de un conjunto falto de coherencia visual.
Un birdie es motivo de alegría.
EVERYBODY’S GOLF HOT SHOTS tampoco es el más inspirando en cuanto al diseño de los escenarios por lo que no favorecen a este limitado despliegue visual. Los personajes no lucen mal y sin duda son los que aportan lo necesario para agradar a la vista pero las las cámaras que acompañan a la acción del golpeo, enfocando a los golfistas, aparecen a muy baja resolución y de nuevo empeoren la sensación general.
Por todo esto es inevitable hacer la comparación con entregas previas. En PlayStation Vita, pese a las limitaciones de hardware, se percibía un acabado cuidado, con escenarios bien integrados y detalles que transmitían personalidad. En PlayStation 4, el salto cualitativo fue aún mayor, ofreciendo un título vistoso y sólido. Frente a eso, esta nueva versión para Switch resulta un paso atrás evidente.
El Golf Chiflado añade ítems aunque el ritmo podría ser mejor.
Entre la nostalgia y la decepción
Que el juego llegue traducido al castellano es un detalle a valorar, y no se puede negar que tiene su capacidad de divertir, especialmente en partidas cortas o en compañía. Pero al final la sensación que deja es que EVERYBODY’S GOLF HOT SHOTS en Switch no busca crear afición ni revolucionar nada, sino simplemente estar presente en un catálogo donde quizá no hay demasiadas alternativas de golf arcade.
Los jugadores veteranos notarán en seguida que falta cariño y ambición, algo que contrasta con la herencia de una licencia histórica. Para los recién llegados, puede cumplir su función como entretenimiento ligero, pero difícilmente hará que descubran todo lo que esta saga ha ofrecido en sus mejores momentos. No es mal título, ni mucho menos, pero sí una oportunidad perdida de revivir una serie a los niveles que ya ha demostrado.
En definitiva, se trata de un título que cumple con lo básico, pero no pasa de ahí. El golf accesible y desenfadado sigue presente, pero arropado por un envoltorio técnico pobre y una falta de innovación que pesan demasiado. Una entrega que se queda en lo mínimo y que deja con la sensación de que Bandai Namco, en esta ocasión, ha jugado a lo seguro más de la cuenta.
Jugar en línea sin duda es uno de sus grandes atractivos.
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (1.1.0) jugado en Nintendo Switch 2
