Square-Enix es una de las empresas japonesas que más se reconoce por sus RPG. Si bien es cierto que tienen una serie de franquicias más que establecidas, de vez en cuando nos sorprenden con proyectos más únicos, como es el caso de Dungeon Encounters, un título de rol de mazmorras que puede recordarnos al estilo de aquellos que se hacen en primera persona, pero con vista de tablero.
Acción sin accesorios
En este título manejamos a un grupo de cuatro héroes que deben bajar varios niveles de un laberinto predefinido, en el que no hay encuentros aleatorios y todo se muestra a través de una serie de iconos. Las batallas mezclan conceptos de varios juegos obteniendo un producto interesante y curioso, basándose en ataques físicos y mágicos. Pero si esto es algo que tienen muchas propuestas, ¿qué hace especial a esta? El hecho de tener dos “barras” de defensa, una para cada tipo de ataque, y el objetivo es dejarlas en 0 para poder seguir atacando y hacer ya daño a la barra de salud.
En lo relativo al ritmo de combate, estamos ante el sistema Active Time Battle (no en vano su “inventor” es la mente tras esta obra), muy conocido por los seguidores de Final Fantasy. Cada personaje tiene su propio medidor y cuando este se llena, se puede realizar una acción. En lo que sí que hay cambios es en la presentación, pues en las batallas vemos los cuadros de estadísticas de los peronajes, pero no un enfrentamiento como tal a nivel visual.
Dungeon Encounters, mucho y poco al mismo tiempo
Existe una pequeña historia para darle base a lo que ocurre, pero es muy básica y realmente quiere decirnos una cosa: este juego se centra en sus mecánicas, y nada más. Pero también sabe profundizar en el desarrollo de la estrategia, pues vamos obteniendo oro, ganamos habilidades y podemos cambiar a los miembros del equipo a voluntad, por lo que desde cierto punto no basta solo con avanzar, sino que hay que pensar muy bien los pasos que vamos a dar.
A nivel gráfico encontramos que hay una apuesta por la sencillez. Si bien no es algo malo en sí mismo, con la cantidad de juegos similares en el mercado, se pierde cierto valor artístico (aunque también es verdad que hay jugadores que desactivan las animaciones de combate). Dejando eso al margen, lo poco que se ve está bien trabajado, de la misma manera que también nos atrapa su banda sonora cañera, de la que está detrás el mismísimo Nobuo Uematsu.
Dungeon Encounters es todo lo que gusta de un juego de rol, pero eliminando lo “accesorio” por el camino. Es muy probable que eso le quite carisma, pero para otros agiliza lo que les apasiona de este tipo de títulos. Además aunque en su inicio es algo simple, va ganando mucho en profundidad conforme se desciende, y para los amantes del 100% cuenta con un bestiario a completar
