En el mundo de los juegos indies hay propuestas de diverso tipo, entre las que se encuentran versiones locas y en miniatura de otros juegos populares, como es el caso de Smushi Come Home si lo comparamos con Breath of the Wild. Tiny Terry ‘s Turbo Trip es una experiencia tipo Saints Row The Third condensada en cuatro horas con personajes extraños y “sin violencia explícita” de ningún tipo.
La pequeña gran aventura de Tiny Terry
Con el humor y lo absurdo por bandera, el joven Terry quiere un coche para poder ir al espacio. Lo que pasa es que para conseguirlo tiene que aceptar un trabajo de taxista (con el salario mínimo al menos), pero no pasa nada, porque eso es mejor que tener que ir a clases de verano por haber suspendido.
Y no, no es Crazy Taxi, puesto que al final Terry va a hacer lo que le dé la gana en una historia loca que cuenta con una localización al castellano bastante decente para darle personalidad y ayudar a que sea más fácil sacarnos varias sonrisas. No hay voces, más allá de ruidos raros de los personajes, por lo que los textos lo son todo.
El viaje de Tiny Terry consiste en moverse por la ciudad y sus diferentes zonas para conseguir chatarra con la que tunear el carro para así poder ascender al cielo utilizando un edificio muy alto para ello. Para ello lo ideal es cumplir los encargos que los habitantes del mundo nos dan, algo que también sirve para sacar unas pelillas, gracias a las cuales podemos adquirir objetos como un cazamariposas o una paravela para así poder llegar a zonas con más personajes, más encargos y más chatarra.
La locura de llegar al espacio
Todo al final tiene un desarrollo divertido en el sentido de que parece que estamos ante una serie de animación en la que pasan cosas raras sin parar en forma de búsquedas (algunas son algo pesadas) o minijuegos locos, con buen control y un ritmo de juego que nosotros mismos marcamos sin prisas. El mapa no es muy grande, así que moverse por él es sencillo en nuestro coche, especialmente cuando ya hemos identificado las zonas en el mapa.
El plataformeo está bien llevado, y quizás lo peor sean los espacios interiores o cambiar entre zonas, especialmente por dos grandes problemas. En primer lugar, tiempos de carga que rompen el flujo un poco y, en segundo lugar, una cámara que es algo loca y puede llegar a marear, y que a veces nos ofrece ángulos extraños (incluso con todo el movimiento y enfoque modificado en los ajustes). A eso tampoco ayuda que los gráficos y rendimiento del juego en Nintendo Switch se noten empobrecidos respecto al resto de versiones.
A pesar de sus problemas (esperamos que algunos se corrijan en parches), y si tenemos en cuenta que no es para todos los públicos, Tiny Terry’s Turbo Trip es una aventura desenfadada, llena de humor, buenos personajes y con una duración asequible para la gran mayoría de jugadores. Eso sí, ante todo es un juego que estamos felices de que exista, porque ojalá hubiera más propuestas como esta.
Versión del juego analizada: 1.197
