Un mes más y otro número más de vuestra sección favorita de ¡Lo que te perdiste! La edición de este mes va dedicado a todos los que os encanta esta sección, para que luego digáis que no se os hace caso ehhh. El protagonista de este mes es un juego que tiene más nombres que el protagonista de una telenovela mexicana. Da igual igual por como lo conozcas, ya se como Lost in shadow, Shadow´s Tale, Tower of Shadows o como lo conocemos por estas tierras, La torre de las Sombras. Con cualquiera de estos nombres es un juegazo.
Quédate en las sombras
Debo confesar que en un principio no pensaba incluir a La Torre de las Sombras dentro de la sección de ¡LQTP! Pero más de un forero ha mencionado que sería un buen candidato para hablar de él, así que decidí darle una segunda oportunidad y aquí lo tenéis. Me alegro, me alegro muchísimo de haberlo hecho porque he podido descubrir una de las mayores joyas dentro del catálogo de la Nintendo Wii.
En su base, La Torre de las Sombras es un juego de plataformas y puzles con toques de acción. Durante toda la aventura manejamos a una sombra, la cual ha sido despojada de su cuerpo y lanzada desde lo alto de una torre. El objetivo consiste en recuperar lo que es nuestro, nuestra forma física, nuestro cuerpo humano. Así, condenados a ser una sombra, a vivir preso dentro de un mundo de tinieblas, empieza nuestra travesía, una escalada que parece no tener fin hasta el punto más alto en el que nos encontramos, o al menos la parte material de nosotros mismos.
No tiene comparación
Uno de los aspectos por el que La Torre de las Sombras es recordado es por su similitud visual con una de las vacas sagradas de la industria del videojuego. Hablamos de Ico. La fortaleza/torre, su ambientación, su paleta de colores. Si ahora alguien de la propia compañía sale a decir que su juego está ambientado en el mundo de aquel posiblemente no habría ninguna objeción. Pero esto, para lo que algunos puede ser una de los aspectos más positivos, para mí no significa nada. Lo mejor de La Torre de la Sombras no tiene comparación alguna con ningún otro juego.
Aquí lo importante no es una narración poético, ni la simbología, ni que se nos intente transmitir ningún tipo de emociones con la intención de ablandar nuestro consumido y viejo corazón. De hecho, la historia pasa a un segundo plano, o incluso a un tercer plano. La Torre de las Sombras destaca sobre dos pilares básicos: diseño y jugabilidad.
Diseño descabellado
Con un par de partidas es difícil conocer lo que tiene que ofrecer La Torre de las Sombras. Se podría decir que se trata de un juego tímido. No se deja conocer fácilmente, mostrándonos cosas poco a poco, creando una especia de unión entre el jugador, el sacrificio del protagonismo y el mundo de sombra. Es ahí, cuando te has quedado para ayudar a esta desamparada sombra, cuando sabes de verdad qué es La Torre de las Sombras. Lo que al principio puede parecer un juego sencillo, o incluso un juego simplón de plataformas con una estética curiosa, con el tiempo de se vuelve una locura en donde no paramos de asombrarnos con la profundidad que llega a alcanzar.
Me explico. El mundo de las sombras donde se desarrolla toda la acción es la proyección directa de la luz sobre el mundo físico, el mundo que nos han arrebatado y que se muestra inalcanzable. Si no hay un objeto en el mundo físico sobre el que pueda incidir la luz, no habrá tampoco objeto en el mundo de las sombras, ni camino, ni manera de seguir adelante. Nacen así una serie de mecánicas, formas de comunicarnos con el mundo físico, que hagan moverse y cambiar cosas en uno de los mundos o en los dos a la vez. Un ejemplo claro de ello es el de cambiar la posición de una bombilla, alterando completamente la perspectiva en nuestro lado del mundo.
Otro aspecto interesante es la forma en el que las sombras se proyectan sobre la pantalla, creando perspectivas imposibles en donde nos vemos caminando horizontalmente sobre una superficie vertical, o como de pronto pasamos al plano más profundo y de inmediato regresamos al plano más cercano. Este tipo de juego visual crea una especie de falsa independencia entre los dos mundos, lo cual no puede ser más erróneo por parte del jugador. El juego se desarrolla con paciencia de una manera inteligente, hasta llegar a un punto en el que conseguimos acceder al mundo físico y es cuando nuestra cabeza explota. Siempre ha estado ahí, el mundo físico es jugable ¡Cómo alguien ha podido diseñar esta locura!
Qué más os voy a contar, La Torre de las sombras es un juego que tienes que probar por ti mismo para saber lo que ofrece. No puedes fiarte de los análisis, la mayoría parece que no se han pasado el juego quedándose en la capa superficial del mismo. Ni por asomo se puede calificar como un juego menor, siendo por cualidades propias una de las joyas ocultas de Wii