Killmonday Games consiguió la aprobación del público con su título de culto Fran Bow (que llegará a Nintendo Switch próximamente) y ahora vuelven a la carga con Little Misfortune, un juego ambientado en el mismo universo pero con una historia totalmente nueva. Es hora de ver qué tal es esta aventura en la que la vida de la pequeña Misfortune Ramirez Hernandez va a cambiar para siempre.
The wheel of misfortune
El juego comienza con una voz que se dirige a nosotros presentándonos a la pequeña protagonista, con una trágica noticia: hoy es el día de su muerte. La niña sin embargo es capaz de oír la voz y, tras una breve conversación, deciden jugar a un juego especial, en el que la pequeña Misfortune puede conseguir la Felicidad Eterna. Así comienza un viaje que recorreremos durante unas cuatro horas aproximadamente.
La estructura del juego es similar a la de una aventura gráfica, pero más sencilla. Nuestro personaje se mueve lateralmente y es capaz de interactuar con algunos objetos, o echarles purpurina (algo que tiene más importancia de la que parece). La particularidad de este título es que, pese a que solo hay dos finales en la historia, a lo largo del camino hay muchas elecciones, y todas tienen consecuencias. Es decir, vamos a tener pequeños cambios en los sucesos que ocurren en el momento, o puede que incluso en algunos que ocurren mucho más adelante, lo que hace que pueda ser interesante rejugarse la aventura para ver distintas posibilidades.
Una realidad vista desde dos puntos de vista
Lo importante en este título, por encima de la jugabilidad – muy básica – es su manera de contarnos la realidad, puesto que tenemos una perspectiva más adulta (la nuestra) y la infantil de la protagonista, lo cual nos lleva a plantearnos muchos aspectos de la vida real desde otra perspectiva, y a hacernos preguntas varias. El tono es bastante negro en muchas ocasiones, pero el hecho de que casi todo se vea desde el punto de vista de una niña quizás lo enmascara un poco, aunque también hace que se aprecie más el contraste.
A nivel visual y sonoro encontramos uno de sus puntos más fuertes. La presentación de dibujo es excepcional, con buenas animaciones y fondos con bastantes detalles. La música acompaña bien y, aunque queda por debajo de lo visual, contiene algunas melodías que podemos llegar a tararear fácilmente. Las voces en inglés (acompañadas de textos en castellano) consiguen que las podamos asociar a los personajes sin problemas y darles así más vida. En lo técnico no hay errores, pero sí que hay tiempos de carga algo elevados al cambiar entre zonas del juego.
Little Misfortune es una aventura algo guiada destinada a aquellas personas que busquen una historia con una gran crítica humana, en la que el humor y el tono negro abundan en cada esquina. Quizás algo corto y escaso a nivel de mecánicas, pero las sensaciones que deja son bastante positivas si se sabe a lo que se viene. Lo que han conseguido seguro es que esperemos con más ganas Fran Bow en consolas.