Octodad, Surgeon Simulator y Goat Simulator son, entre otros, ejemplos de propuestas indies en las que un control o físicas “malas” han conseguido destacar por su temática y humor, ofreciendo experiencias divertidas para mucha gente (aunque frustrantes para otros). Godly Corp es uno de estos títulos, que nos pone en la piel de Cthulhu, que ocupa el puesto de becario en una empresa en la que solo puede hacer uso de su tentaculo en su escritorio.
Welcome to Godly Corp
Antes de llegar a tu nuevo puesto de trabajo, hay que firmar un contrato. Aquí ocurre lo mismo, un proceso que sirve para marcar la dificultad del juego. Una vez en faena (mejor en fácil para empezar) tenemos que coger nuestro tentaculo y moverlo de forma algo caótica para realizar las tareas que se nos piden, con un control que no es preciso pero que por contra sí que nos exige a nosotros cierta pericia, algo que de primeras nos puede provocar más de un fracaso en un nivel y tener que empezarlo de nuevo por no ser “suficientemente rápidos”.
La frustración algo que vivimos al inicio del juego ya que, aunque posteriormente las situaciones mejoran, empezar un desarrollo con una pantalla de caga muy larga y luego tener en el primer nivel una situación aparentemente cómica (su extraño control) que te hace fallar una y otra vez puede suponer el adiós de muchos de tus jugadores. En total hay quince misiones, y poco a poco mejoran su propuesta y ritmo a la par que lo hacemos nosotros, pero el principio juega mucho en su contra.
Un trabajo divino
¿Qué tenemos que hacer en cada misión? Nuestra mesa de oficina y sus alrededores tienen varios objetos con los que interactuar para cumplir las peticiones que se nos piden, como rociar spray en una zona determinada. El problema es que a veces las peticiones nos llevan más tiempo del que podemos esperar, lo que provoca que erremos y que toque repetir toda la fase. A veces nos encontramos con varios frentes abiertos, y hay que resolverlos por orden de prioridad pero sin abandonar ninguno de ellos.
Una jugabilidad extraña viene acompañada de una presentación también peculiar, con poco detalle en pantalla, con objetos faltos de vida y con imágenes de memes que pueden buscar nuestra sonrisa pero que no lo consiguen. El título aumenta luego el espacio para hacernos sentir más libres, pero para ello hemos tenido que pasar primero los no muy acertados compases iniciales.
Godly Corp es una idea muy interesante para un juego, y que encajaría bien al lado de las obras mencionadas al inicio de este texto, pero que presenta varios problemas de secuenciación y bugs que no se pueden asociar al control raro de nuestro tentaculo. Si se corrigieran algunos aspectos, sería una experiencia mucho más positiva.