Los robots que salvaron nuestro planeta reactivando las balizas en el primer Biped, escribieron una señal de auxilio desde otro planeta. Justo aquí comienza la secuela, Biped 2, para explorar un nuevo planeta y seguir cooperando junto a un amigo e incluso esta vez junto a otra pareja adicional.
Aventura con amigos… por ahora
Si todavía no conoces estos plataformas de vista aérea, se caracterizan por ofrecer una jugabilidad muy particular donde el movimiento del personaje se consigue controlando cada una de sus metálicas patas con un sistema de twin-sticks. Esto se traduce en avanzar de forma cuidadosa teniendo que orientar además la dirección de avance para incluso ponernos a la pata coja y girar sobre nosotros mismos si la situación lo requiere. Cada stick queda asignado a una pata así que podéis imaginar un proceso de aprendizaje divertido, caótico pero también exigente.
Pero además de esto y aunque se pueda disfrutar en solitario, Biped 2 está especialmente diseñado para hacerlo junto a un amigo, local u online, teniendo que colaborar para avanzar en cada uno de los 17 niveles que nos propone. Esto no quiere decir que los niveles no se adapten en función del número de jugadores, que sí lo hacen, pero resulta especialmente interesante enfrentarse a los desafíos que nos propone el juego cooperativo. El simple acto de llevar una bola hasta su objetivo supone un juego de físicas si lo hacemos en pareja mientras que en solitario automáticamente se posiciona sobre nuestra cabeza sin mayor reto.

Estas baldosas cambian de color con cada pisada… ¡y cada jugador tiene un color asignado!
Y justamente la gracia del asunto es enfadarse, reír y alegrarse de superar obstáculos que no dependen únicamente de uno mismo. Cruzar puentes que cambian su color a cada paso, teniendo que pisar cada vez uno de los robots en todo un ejercicio de sincronía y comunicación verbal entre jugadores. Esta es la grandeza de Biped 2 para superar el gran escollo de la frustración o falta de habilidad de nuestra pareja (e incluso de nosotros mismos): el ánimo por avanzar y divertirse en compañía.
El juego de META Publishing y Next Studios es lo suficientemente retador como para no ser apto para todo tipo de jugadores. En solitario todo es mucho más sencillo, perdiendo gran parte de la gracia jugable, pero cuando participan más jugadores la cosa se complica. Sobre todo con cuatro (no es posible jugar tres personas). En ocasiones se nos atragantarán algunas secciones y ese objetivo de los diez minutos para superar un nivel se antojará inalcanzable llegando a necesitar cerca de la media hora para completar la fase tras caídas y caídas.

Hay partes más ligeras que dan un respiro a tanta compenetración.
Más variedad y reto
Quizá uno de los puntos débiles de la primera entrega fueran los escasos y niveles que daban forma a la aventura. Cierto es que había objetivos por nivel para completarlos al 100% (número de muertes, medallas, tiempo, monedas…) pero el mencionado nivel de desafío hacía complicado coger ánimos como para repetir niveles. También se añadieron nuevas fases adicionales por cada mundo más tarde y es aquí donde Biped 2 tiene algo más que decir.
Si bien el tutorial inicial es exactamente el mismo al del primer juego así como los menús y también se comparten la mayoría de elementos cosméticos (con algunos nuevos) la oferta de los mundos se amplía hasta los 17, también compartiendo elementos visuales, además de un selector de dificultad que si bien en su modo más fácil no hace las cosas más llevaderas sí se complican con el modo más difícil quedando relegado solo para expertos.

Podemos personalizar con accesorios a nuestros queridos robots.
Puede que Biped 2 no haya evolucionado demasiado su fórmula jugable y tampoco se sienta en lo visual muy distinto, pero sí ha cambiado en la presentación de los desafíos. Desde el primer instante hay mayor variedad de acciones conjuntas y es algo que sin duda hace tomarse sus niveles de un modo más proactivo. Gracias a este surtido se siente un juego mucho más compacto y recomendable. Eso sí, como imaginaréis, para jugador es necesaria una pareja de Joy-Cons por jugador, nada de usarlos en modo horizontal por la ausencia de un segundo stick.
Quizá la peor parte se la lleva un apartado técnico lastrado por la propia consola. No hay versión nativa para Switch 2 por lo que encontramos una resolución repleta de dientes de sierra, texturas muy pobres, superficies metálicas que pierden sus propiedades y hasta las pantallas led de robots pixeladas de un modo quizá exagerado. No hay problemas de rendimiento, pero teniendo en cuenta que no es un título demasiado exigente en lo técnico nos apena no contar con un apartado visual tan recortado respecto a otras plataformas.

Las zonas de agua con balsas pueden romper amistades.
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (2.0.0) jugado en Nintendo Switch 2