Me declaro fan de Hideo Kojima. Ya está, ya lo he dicho. Como nintendero acérrimo puede parecer una afirmación un tanto extraña, pero antiguamente envidiaba a los poseedores de una PlayStation por poder jugar a Metal Gear Solid; de hecho, comprar Hybrid Heaven de salida fue precisamente porque algunas revistan lo tildaron como “el Metal Gear de Nintendo 64”, aunque no fue así. Digo esto tanto a modo de pequeña catarsis como para haceros ver, aunque solo sea un poco, las ganas que tenía de leer Hideo Kojima: Un humanista en el reino del videojuego, un libro que ha editado Héroes de Papel y que además está escrito por Álvaro Arbonés, autor también de Tú (no) necesitas ser un héroe, una obra que guardo como oro en paño en mi librería y que analiza capítulo a capítulo y de forma pormenorizada Evangelion, mi anime favorito.
Con todos estos elementos presentes, era difícil que no disfrutara con la lectura de este libro no oficial (importante esto), pero he de confesar que por momentos no he podido hacerlo, aunque sí en su abrumadora mayor parte, especialmente donde se nota que el autor se siente más cómodo, y es precisamente donde analiza la obra como tal ya que estamos, por lo que se aprecia en el escrito, ante un gran conocedor de los títulos de Kojima y de la cultura en la que se apoya, especialmente la venida del país del sol naciente.
Así y como no podía ser de otra forma, las primeras páginas estarán destinadas a responder a la siempre difícil pregunta de quién es Hideo Kojima, y es donde apreciamos ya unos primeros juicios de valor que podremos o no compartir pero que a veces pecan de un subjetivismo autoral excesivo si lo comparamos con el resto de capítulos (no todos). También aquí y en el siguiente capítulo, cuya casi imposible misión como comprobaremos será la de definir qué es un juego de sigilo, nos encontraremos con una suerte de figura retórica que parece ser inintencionada por parte de Arbonés como será la complexión, pero sin la posible belleza de esta cuando sí es intencionada. No solo eso, sino que es también entre estos párrafos donde la locución conclusiva at the end of the day se traduce (mal) como al final del día de manera continuada, aunque también la veremos casi al término de la lectura. Pero no es lo único criticable de este Hideo Kojima: Un humanista en el reino del videojuego, porque a veces el libro parecerá no avanzar todo lo rápido que debería, no sabemos si por guardar una consonancia con el resto de secciones o por exigencias en cuanto al mínimo de caracteres para su publicación, pero la repetición de ideas es una constante y cosas que ya creías explicadas vuelven a la palestra sin necesidad. Sea como fuere, es en los siguientes capítulos donde por fin podemos comprobar la buena pluma de Álvaro Arbonés y su conocimiento tanto de los videojuegos de Kojima como de muchos otros así como del mundo que los rodea.
El libro hace muy bien en obviar, y así lo avisa, varios juegos que podríamos clasificar de menores dentro del catálogo de títulos firmados por Kojima, y a su vez rescata otros que, por tiempo o por su escasa relevancia en nuestras fronteras, no tuvieron la repercusión merecida en su día, aun cuando hoy sean piezas de auténtico culto. De este modo el repaso por obras como Snatcher o Policenauts es exhaustivo y también necesario, aunque el anglicismo visual novel campe a sus anchas en sustitución del término también válido en español novela visual. Un detalle menor que no ensombrece un reconocimiento a unos juegos necesarios para entender a un autor como Hideo Kojima y su afán, casi necesidad, de controlar cada detalle (y hay cientos en sus títulos), algo que al final, junto a otros muchos factores, sirvieron para precipitar su salida de una Konami hoy en horas bajas. Por supuesto la saga Metal Gear tiene su merecido hueco, pero una vez más se entrelazan análisis más o menos objetivos con opiniones subjetivas en cuento a la sexualización de ciertos personajes (solo femeninos, no entra en cuando pasa con Raiden o Snake, por ejemplo, o el porqué de esa sexualización, solo que está ahí y eso parece ser necesariamente algo malo) o a la opinión que tiene Arbonés del liberalismo, el anarquismo, etcétera. Pero, pasando por alto esos pequeños apuntes (válidos no obstante), el estudio de las obras del creativo japonés es sencillamente sensacional.
Llegamos así a otros videojuegos del amado y odiado a partes iguales diseñador, guionista y director cuyo análisis nos sirve para entender mejor una mente a todas luces brillante tengamos la opinión de Kojima que tengamos. Hablamos de P.T., Zone of the Enders, Death Stranding o (y esta ha sido toda una agradable sorpresa) Boktai: The Sun is in Your Hand. El autor del libro se explaya aquí con tino y conocimiento y no defrauda a la hora de hacernos entender las pasiones de Hideo, incluso sus contradicciones, que en cierta parte lo humanizan. Igual que lo hace saber de sus influencias, tanto orientales como occidentales, y cómo han servido para que hoy sea reconocido como casi una leyenda que ha traspasado las fronteras del medio y sin el que este no sería lo mismo.
Puede que Hideo Kojima: Un humanista en el reino del videojuego no sea la obra más completa acerca del creador nipón, pero ya solo por cómo aborda el análisis de los juegos que aparecen en él, las influencias de Kojima, los otros grandes nombres que le rodean y lo cuidada que está su edición, con una maquetación que sin duda sabrán apreciar los entusiastas de los títulos antes mentados y donde solo echamos en falta la tapa dura, sin duda merece la pena su adquisición.
