Winter Burrow es uno de esos juegos que entran muy bien por lo ojos, pero también es de esos que no deben ser menospreciados, porque nos encontramos frente a un título de supervivencia que nos mantiene pegados a los mandos hasta el mismo final.
Vuelta al campo
La historia de Winter Burrow es muy sencilla, pero al mismo tiempo muy realista. Nuestro joven protagonista se mudó con su familia de una preciosa casita en el campo a la gran ciudad, sin embargo no todo era tan bonito como se lo habían pintado. Sus padres, esclavizados por el trabajo para conseguir sobrevivir en la ciudad fallecen, por lo que volvemos al campo para tratar de vivir en paz.
Pero la vuelta al campo no es tan sencilla como parece, ya que tras años fuera, su casita está en ruinas y debemos restaurarla. Aquí es donde entra el núcleo de la jugabilidad de Winter Burrow, la supervivencia. Para poder sobrevivir debemos recolectar materiales y construir diferentes elementos que nos sirven para reconstruir nuestro hogar y poder vivir en paz.
Winter Burrow es un juego con una dificultad bastante bien medida, ya que mientras tratamos de recopilar los elementos necesarios para avanzar en la historia, vamos a depender de que nuestras necesidades no bajen. Hay cuatro necesidades básicas que debemos tener llenas para sobrevivir: la salud, la comida, el calor y el oxígeno. Si alguna de ellas falla podemos dar por perdida la partida.
Un apartado artístico precioso
Winter Burrow es un juego que a nivel gráfico es precioso, con unos escenarios y unos personajes que parecen sacados de un cuento. Todos los elementos parecen dibujados a mano y cuentan con un nivel de detalle espectacular. Nuestro protagonista, un pequeño ratón debe desenvolverse de la mejor posible en un campo nevado plagado de recursos y enemigos que debemos vencer o evitar.
El apartado sonoro de Winter Burrow quizás es más discreto, ya que cuenta con una banda sonora ambiental que nos acompaña de manera sutil mientras avanzamos en la aventura. Esto no implica que sea algo malo, ya que no estamos frente a una música invasiva o machacona que nos enturbia la experiencia.
Winter Burrow cuenta con una traducción excelente al castellano, permitiendo seguir su historia de forma perfecta. Algo que realmente es de agradecer, ya que nos encontramos con un emotivo trasfondo que merece la pena conocer para empatizar con nuestro joven protagonista.
Winter Burrow. Cuando el cuento se transforma en supervivencia
Winter Burrow mezcla de una manera sorprendente un juego relajante con el concepto de supervivencia. En este juego debemos tratar de continuar vivo mientras reconstruimos su hogar y construimos todos los elementos necesarios para avanzar y no morir en el intento. Esto puede ser algo agobiante durante las primeras horas de juego, pero según vamos construyendo elementos todo se vuelve algo más “sencillo”.
Este quizás no sea un juego para todo el mundo, ya que esta extraña combinación puede no convencer a ninguno de los fans de ambos géneros, pero es muy probable que todos aquellos que decidan darle una oportunidad se vean atrapados por Winter Burrow.
Versión del juego analizada (1.0.2) jugada en Nintendo Switch 2




