Qué mejor en pleno verano que buscar un pasatiempo relajante, alejados del estrés y rutina del día a día. Algo así han debido pensar desde Coastink Software porque su ISLANDERS: New Shores encaja como un guante en ese deseo.
Construyendo a nuestro ritmo
Puede que a muchos no les suene de nada, pero hace unos años ya visitamos unas islas similares con ISLANDERS: Console Edition. Y es ahora, con esta secuela que nos ocupa, cuando podemos confirmar que la fórmula que se estableció en aquel primer título ha sido potenciada, sin perder un ápice de su identidad. La premisa es muy sencilla: en ISLANDERS: New Shores debemos dar rienda suelta a nuestra imaginación para crear todo un pueblo en unas islas perdidas en mitad del océano.
Tenemos total libertad para mover la cámara y buscar el lugar idóneo donde colocar la edificación de turno, que se nos entrega de forma más o menos automática. Al comenzar, elegimos un surtido de construcciones y, con ellas, debemos sumar suficientes puntos para desbloquear un nuevo surtido y alcanzar la puntuación necesaria que nos permita completar la isla y pasar a la siguiente. Como ves, la elección no parece muy profunda al principio, pero el verdadero intríngulis está en saber qué opción es la apropiada para el terreno que tenemos.
Es clave obtener cuantos más puntos mejor con cada construcción.
Al principio esto no tiene demasiada importancia, pero a medida que jugamos descubrimos las sinergias entre unos edificios y otros, si es mejor ubicarlos en zonas despejadas o rodeadas de casas, y una serie de condicionantes muy fáciles de comprender, pero a la vez sumamente estratégicos si queremos optimizar nuestros puntos. Por suerte, cada vez que movemos una construcción antes de colocarla, vemos en tiempo real los puntos que obtendríamos, lo que agiliza enormemente la toma de decisiones. También podemos consultar con qué tipo de objetos se combina mejor en un menú desplegable.
No hay tiempo límite, solo nuestra paciencia y gusto estético por hacer que la isla quede lo más bonita posible, algo bastante fácil de conseguir gracias a la agradable estética de ISLANDERS: New Shores. Todo es minimalista, con colores suaves bien escogidos, una interfaz sencilla y animaciones fluidas que nos acompañan en este viaje relajado de construcción. Y lo mejor es no ir con demasiadas prisas, porque solo podemos deshacer el último paso que hayamos tomado. Así que, muchas veces, conviene pensar en el futuro y prever qué construcciones podrían corregir un paso en falso donde además pueden venirnos bien los potenciadores que otorgan ventajas únicas.
Puede parecer trivial, pero decidir el surtido de piezas siguiente es clave.
La importancia de lo sencillo
ISLANDERS: New Shores recuerda en gran medida a nuestro querido Dorfromantik (juego que incluso ha tenido su versión de mesa), con una filosofía de construcción muy similar, donde lo más importante es pasar el tiempo construyendo sin otro objetivo que relajarnos mientras lo hacemos. Es cierto que hay clasificaciones online para quienes busquen un reto mayor, pero su filosofía de juego pasa claramente por disfrutar sin presión, en una experiencia apta para cualquier tipo de jugador, sea más o menos ducho en títulos de estrategia o puzles.
Visualmente, el juego habla por sí solo. Lamentablemente, no existe una versión para Switch 2 que permita disfrutar de una imagen más nítida en televisión. En general, la fluidez es buena, aunque hay pequeños tirones puntuales que no empañan la experiencia. Solo la simplicidad de la interfaz puede provocar ciertas dudas al principio sobre cómo se comporta cada acción. Busca la máxima sencillez, sí, pero a veces puede resultar excesiva o poco clara en algunos aspectos (como el uso de los sticks para la cámara o los botones para seleccionar opciones).
Las isas se generan de forma dinámica y podemos guardar nuestra partida cuando queramos para bien retomar una campaña en progreso o comenzar por una isla desde el principio. Hay un modo foto para fardar de nuestras creaciones y también, puestos a compartir, integración con Twitch si lo nuestro es ir un paso más allá. ISLANDERS: New Shores claramente no es para todo el mundo pero quizá dándole una oportunidad caigas rendido a una jugabilidad que atrapa gracias a su pureza jugable.
Un pueblo algo caluroso y… ¿habitable?
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (1.0.0)