Una hija gatuna se despierta con una carta de su madre. La espera más abajo, en las profundidades de un mundo vertical y misterioso con estética de Game Boy.
Cavando a nuestro ritmo
Los españoles tras Everdeep Aurora demuestran su amor por lo retro, las paletas de color limitadas y las mecánicas sencillas para que Shell encuentre a su madre. El camino no será fácil, y mediante un taladro tendremos que abrirnos paso —literalmente— hacia las profundidades del Everdeep. Tranquilos: no hay enemigos ni peligros, pero sí una gestión de las plataformas importante. ¿Por qué? Porque las rocas se estructuran en forma de bloque, como si formaran parte de una cuadrícula. Estas nos sirven tanto para bajar como para subir, por lo que debemos pensar muy bien qué nos quitamos de en medio.
Si la fastidiamos, siempre podemos reiniciar la estructura original, pero a poco que avancemos aprenderemos a “picar piedra” con cabeza para evitarlo. A esto se suman habilidades que iremos ganando y que nos permiten excavar con mayor eficacia o acelerar el proceso. Everdeep Aurora es una aventura tranquila, plataformera pero inteligente, sin un gran desafío en lo puramente técnico, sino más bien exploratorio, donde lo verdaderamente importante es su mundo. Porque en él hay multitud de habitantes con historias particulares: a algunos les ayudaremos a resolver sus problemas, y otros nos permitirán progresar a nosotros mismos.
Hay que picar con cabeza para crear un camino de idea y vuelta.
Esa bajada vertical es amplia —lo suficiente como para que la exploración sea crucial—, y volver atrás se vuelve importante una vez consigamos ciertos objetos. La obtención de recursos para mejorar el taladro o encontrar documentos coleccionables nos motiva a recorrer cada rincón de este subsuelo, ya sea por ser capaces de más cosas o simplemente por profundizar en el lore de Everdeep Aurora. Y esto, probablemente, es uno de los puntos clave de su jugabilidad: un montón de personajes repartidos por sus rincones nos piden recados o nos cuentan qué les atormenta.
Esa narrativa que se expande solo si la buscamos nos traslada a un mundo melancólico muy interesante, que además se acompaña de buenas melodías y, sobre todo, un estupendo apartado visual. Las animaciones son suaves y fluidas, y los sprites —de todos los tamaños— hacen que su mundo se sienta más propio de los 16 bits que de la monocroma portátil de Nintendo. Además, cada estancia y cada estrato se presentan con una paleta de colores propia pero igualmente limitada, perfectamente elegida para la ocasión.
Espera, ¿eso no es…?
Retro pero actual
No es apto para todos los paladares, eso sin duda, pero a poco que conectes con él, harás lo posible por rascar sus varios finales y extender sus tres o cuatro horas de duración a unas cuantas más, solo por no perderte detalle de sus profundidades. Por el camino hay algún que otro minijuego, pero no esperes épicos jefes finales ni momentos de acción, porque Everdeep Aurora no va de eso. Quizás podría ser algo más amable con el jugador —o al menos ofrecer opciones—, ya que sus primeros pasos pueden resultar muy confusos. Solo sabemos que hay que excavar, pero poco más.
El mapa está visible en todo momento a nuestra derecha, y se indican algunos lugares a visitar, pero bien podría ser algo más claro o incluso permitir anotaciones o iconos para orientarnos mejor. El inventario no es más que un recopilatorio de lo que obtenemos; no tiene una gran utilidad, a pesar de su presencia constante en pantalla. Y el texto es ridículamente pequeño para jugar en portátil, especialmente en el modelo original de Nintendo Switch. Podemos cambiar el tamaño de algunos elementos, pero no de todos, y el espacio limitado de la pantalla hace que no sea nada práctico.
Everdeep Aurora es una apuesta fantástica Made in Spain. Es diferente, vertical y muy personal. Un homenaje a una época donde todo era más sencillo —y más parco en su comunicación con el jugador—, y donde, más allá de la acción, primaban otro tipo de ideas que convencían por su diseño jugable. Y es justo ahí donde quiere llegar esta pixelada aventura: cavar hasta el fondo de nuestra nostalgia, pero también rascar un poco en la superficie de la actualidad.
El lore es parte fundamental de la experiencia.
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (1.1.1)