La saturación de los roguelike es más que evidente. Un tipo de juego que encaja especialmente bien en productos más pequeños con representación de propuestas constantes mes a mes durante años. Pero por suerte aquí están unos veteranos de la industria para hacernos pensar que todavía hay esperanza de ver nuevas ideas. Omega Force han hecho lo que mejor saben hacer: optar por la diversión y la acción directa para no querer soltar el mando con Warriors Abyss.
Enemigos a tutiplén
Os podéis imaginar que en Warriors Abyss la cosa va de mejorar a nuestro personaje durante la run en curso para llegar lo más lejos posible. Al caer toca empezar desde el principio con ciertos elementos persistentes que nos acompañarán durante los próximos intentos de derrotar al malo del asunto. Pero la legendaria saga de Koei Tecmo si tiene algo de particular es contar con cientos de personajes carismáticos tras tantos juegos a sus espaldas y es una baza que saca a relucir para convertirla en uno de los grandes atractivos de esta nueva propuesta: los adalides.
Los niveles nos instan a combatir contra cientos de enemigos simultáneamente con una vista isométrica. Como ocurre en los Musou no son gente muy atrevida por naturaleza pero cuando el nivel comienza a llenarse de flechas y círculos morados, avisando del peligro inminente, su molestia corporal hace que comience a ser un problema. Warriors Abyss basa su sistema de combate en combos sencillos alternando ataques débiles y fuertes para finalizarlo con la invocación de un adalid (con su cooldown particular). Ayudantes extraídos de todo el elenco de personajes de saga que podemos obtener, uno a uno, tras superar una fase.
Omega Force han hecho lo que mejor saben hacer: optar por la diversión y la acción directa para no querer soltar el mando
Hasta seis personajes pueden unirse a nosotros con sus propias estadísticas y características incrementando de paso las nuestras propias y añadiendo ataques elementales que sacan todo tu potencial el ataque conjunto al rellenar la barra correspondiente. Además importa mucho nuestra formación de ataque pudiendo conseguir nuevos patrones también durante una run que pueden mejorar nuestra fuerza si resulta más afín a nuestro equipo. Por suerte Warriors Abyss quiere ser una experiencia rápida y directa por lo que siempre podemos optar porque sea el juego el que elija la formación más fuerte posible si no queremos buscar una estrategia más compleja entre elementos y números estadísticos.
Como decíamos, la estructura de juego es la que ya conocemos. Una sucesión de fases tras las cuales podemos elegir entre varias opciones de mejora antes de pasar a la siguiente. Es entonces cuando se da la opción de conseguir un aliado entre los tres ofertados (también se pueden cambiar por otros aleatorios si no convencen), ir a una tienda, recuperar salud o pasar a la siguiente fase. Estas pueden permitirnos conseguir aliados de ciertos elementos, incluir misiones secundarias paralelas (acabar con x enemigos en tanto tiempo) o incluso estar poseídas con mayor recompensa a cambio de, por ejemplo, perder un porcentaje de salud en combates más difíciles.
Aunque no lo parezca, no hay problemas de legibilidad a los mandos.
Adición sin fin
Fuera del ciclo de la run, Warriors Abyss ofrece un interesante sistema de afinidades en la sala de las Almas. Una suerte de diagrama donde con la moneda del juego desbloqueamos personajes que mejoran nuestras estadísticas permanentes. Estos no son los adalides que nos acompañan en combate si no una especie de árbol de habilidades más humano donde vemos como todo el elenco de secundarios tiene relación entre ellos y eso repercute positivamente en nosotros. Por otro lado están los personajes jugables, los que invocamos en el combate, que al inicio de cada run algunos cuentan con fortuna adicional que nos permite conseguir más ítems si jugamos con ellos incentivando probar algunos que en principio no elegiríamos.
Puede parecer complejo, pero nada más lejos de la realidad. Todo es muy sencillo, bien explicado y directo a pesar de todos estos conceptos porque, repetimos, Warriors Abyss siempre busca la diversión inmediata. Y vaya si lo consigue. Se han trasladado de una forma estupenda los multitudinarios combates de la serie principal para renovar la fórmula roguelike como no esperábamos. El título además de ser muy accesible no se olvida del reto. Completar las cuatro zonas, incluyendo sus respectivos jefes finales, podrá llevarnos cerca de una hora en una partida ideal y aunque podamos completarlo relativamente pronto su árbol de habilidades nos hace querer jugar más.
El mayor pero de Warriors Abyss es hacer sufrir demasiado a la híbrida con graves problemas de rendimiento
Quizá esto es lo más interesante de todo. A pesar de superarlo, querer volver a él por el simple placer de jugar y mejorar nuestro poder por diversión. Aunque siempre hay un pero y lamentablemente viene de la mano, como ocurre demasiadas veces, de Nintendo Switch. Warriors Abyss hace sufrir demasiado a la híbrida. Si bien en la primera zona no hay demasiados dramas, una vez superado ese umbral comienzan a sucederse con mayor frecuencia y de forma más acusada graves problemas de rendimiento. Más enemigos, más ataques, más efectos… menos fps. No importa si jugamos en tv o portátil, hay momentos donde sencillamente no podemos jugar como toca.
Un problema que mancha un juego que encaja como un guante en la consola por su inmediatez y que siempre apetece jugar. Visualmente no es ninguna maravilla (ni en lo técnico ni en lo artístico) por lo que pensamos que tampoco se está pidiendo demasiado y no optar por una resolución dinámica acaba repercutiendo negativamente en él. Si puedes superar esto, Warriors Abyss es un título muy a tener en cuenta. Pero si dispones de otra plataforma quizá sea un mejor lugar para disfrutar de este spin off que Omega Force se ha sacado de la manga y que tantos buenos ratos nos ha dado y seguirá haciendo.
El sistema de afinidades nos motiva a seguir jugando.
Versión del juego analizada 1.0.1