No pasa un día sin que hablemos de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, aunque esta vez es para destacar su vertiente más socarrona.
Como ya sabréis, Nintendo no cuenta con un sistema de logros/trofeos como sí los hay en otras plataformas (PC incluido), pero, por lo menos en los juegos de la Gran N, siempre ha habido coleccionables y retos que, lo que hacían, era recompensarnos dentro del juego.
La saga Zelda siempre ha tenido un buen puñado de estos retos, quién no ha sufrido intentando encontrar las 100 skulltulas doradas de Ocarina of Time, pero en Breath of the Wild se han multiplicado exponencialmente, como casi todo.
Tanto es así que a los 120 santuarios, las centenares de armas, escudos, animales, enemigos y materiales a fotografiar y los recuerdos a encontrar, se suman los 900 kolog repartidos por el mundo.
(A partir de aquí comienza el spoiler, no sigas leyendo si no quieres verlo, aunque puede que nunca llegues a completarlo por ti mismo).
Cada uno de estos simpáticos habitantes del bosque nos darán una semilla cada vez que acertemos con cuál es su escondrijo, las cuales llevaremos más tarde a Obab (otro kolog más grande y amante de las maracas) para que nos recompense con más huecos en nuestros inventarios de armas, escudos o arcos y flechas.
Pero, ¿qué pasa si completamos la titánica tarea de encontrar a los 900 personajillos? Que Obab nos otorgará su preciado trofeo, que no es otro que una semilla con forma de… ¿caca? Bueno, nuestro premio ya fueron los hueco extra, ¿no?
El usuario de Twitter FateAwaits nos muestra tal hazaña en vídeo para que comprobemos que, efectivamente, es verdad.
Talking to Hetsu after collecting all 900 Korok Seeds #hetsu #BreathoftheWild #botw pic.twitter.com/vBDLhyzRj8
— FateAwaits (@Fateawaits520) 14 de marzo de 2017
¿Está Nintendo mofándose en cierta manera del absurdo de muchos logros que no recompensan al jugador más que con un pin que enseñar a otros?
Por supuesto no todos los logros son así y los hay que alargan las horas que le dedicamos a algunos juegos, sea por completismo o porque realmente obtengamos algo valioso a cambio de completarlos.
