Quién nos iba a decir hace un año, tras el sonado lanzamiento de Nintendo Switch y los numerosos títulos que la acompañaron y confirmaron su llegada, engrandecieron su éxito, que ahora estaríamos jugando con cartones. Fue a principios de este mismo año cuando la compañía japonesa se quiso tirar a la piscina con Nintendo Labo. Una imaginativa y creativa propuesta que si algo ha conseguido es atraer las miradas de jugadores y curiosos ante sus posibilidades y potencial.
Después del lanzamiento en el mes de abril de los Nintendo Labo Toy-Con 01: kit variado y Nintendo Labo Toy-Con 02: kit de robot, llega una nueva apuesta, igual de especifica que esta última pero mucho más atractiva y disfrutable para el público en general: Nintendo Labo Toy-Con 03: kit de vehículos.
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Estamos sin lugar a dudas ante el kit que mejores ingredientes tiene para ampliar y aplicar su jugabilidad, más allá del cartucho incluido, y que mejor orientado se encuentra.
Si bien el primero de dichos kit ya ofrece el manillar de una moto, que además más tarde añadió compatibilidad a Mario Kart 8 Deluxe, esta fue una primera y buena toma de contacto para algo que explota aún más esta vertiente. Y es que en dicha ocasión lo que teníamos delante era efectivamente una degustación de lo que ahora está llegando. Nuevamente, siendo la estrella principal las ideas que tengamos en mente, más allá de las piezas y Toy-Con que materialicemos, y es que esa es la razón de ser de Nintendo Labo.
Artificios de cartón
El acelerador, la llave, el coche, el submarino, el avión y el espray de pintura son los Toy-Con que tenemos que construir ahora. Un proceso que abarca entre las 6 y 8 horas, acaparando el verdadero grueso el volante. Una duración que se puede advertir que no es solo la que la historia de algunos juegos pueden ofrecer, sino que además todo su transcurso se hace tremendamente divertido y se vive de una forma diferente, algo que siempre se agradece. Un medio tan gratificante y entretenido como el propio fin, aunque en realidad tanto la fase de creación como la de juego no dejan de mezclarse durante toda la experiencia.
El proceso es muy disfrutable en compañía y para todos los públicos. Es altamente imposible que te pierdas entre sus indicaciones o que cometas un error insalvable, de hecho hasta las pegatinas pueden retirarse con bastante facilidad en caso de equivocarte. Resulta muy agradable contar con la mano de otra persona, en especial para turnarse, y con quien compartir y descubrir la genialidad de estos diseños.
El sello Nintendo se hace muy patente durante toda la construcción, en la cual no podemos olvidar que ya interviene la propia consola, ofreciendo un tutorial bastante interactivo. Por un lado, todo lo necesario para hacer de unos cartones y gomas elásticas un juguete viene perfectamente preparado para que no pierdas ni un segundo en lanzarte a por ello. Mientras que las instrucciones que aparecen en Nintendo Switch están impregnadas de la simpatía y humor de la compañía nipona.
Al respecto, hay que remarcar también la buena calidad de los Toy-Con, que con la primera prueba jugable, la del acelerador, queda bastante patente. Además, no faltan algunas piezas de repuesto, y siempre tienes a la venta otras para solucionar algunos accidentes.
Tierra, mar y aire
Una vez todo está ya montado llega el turno de actuar como juez y verdugo, es hora testar nuestra obra. Algo doblemente gratificante, ya que constatas su buen funcionamiento y disfrutas de una experiencia diferente, inmersiva y, sobre todo, muy entretenida. De hecho, cada vez que finalizas una pieza debes jugar para ponerla a prueba, al mismo tiempo que junto a ello desbloqueas todas las opciones relativas a la misma. Algo que sumado a la vibración HD de los Joy-Con hacen que el resultado final al usar los Toy-Con sea aún mejor de lo esperado.
En lo relativo a su jugabilidad, cuentas con varios modos de juego, los cuales no están limitados a un único jugador, siendo el protagonista principal el coche, pues es el único vehículo que puedes usar en las minicarreras de vista cenital, carreras en primera persona y combates, ofreciendo este último unos enfrentamientos con un cierto aire a ARMS.
La tres vehículos son disfrutables en los modos rally y aventura. Mientras que en el primero tienes por delante diferentes carreras por tierra, mar y aire, el segundo es la auténtica estrella, pudiendo moverte libremente por 10 zonas diferentes, cada una con 8 misiones, que te exigen desde transportar a personajes a determinados puntos a destruir globos mediante misiles o encontrar tesoros. Aunque completar todos esos objetivos supone una duración de apenas unas pocas horas, esta es una excelente oportunidad para probar y disfrutar de todas las posibilidades y bondades de los Toy-Con, con un increíble resultado.
Los tres mandos construidos son completamente diferentes entre sí y explotan formas de conducción completamente distintas, pero tienen en común la llave y el pedal, siendo muy fluida e instantánea la transición entre ellos en su modo aventura. Basta con extraer la llave, la cual lleva el Joy-Con derecho, e introducirlo en otro mando para que detecte el cambio y en pantalla veamos como el vehículo se transforma.
El algoritmo de la diversión
Si bien la duración de los modos de juego es algo reducida, Nintendo Labo no termina una vez lo concluyes, más bien es justo al revés. Una vez hemos montado los Toy-Con, comprendiendo el alcance imaginativo de sus diseñadores, y hemos comprobado su funcionamiento y algunas posibilidades en lo jugable, es imposible que no tengamos en mente algunas ideas más o menos disparatadas con las que sacarle mucho provecho. Es aquí donde aparece la opción descubrir y el proceso se reinvierte, abarcando ahora también el rol de diseñador.
Además de conocer en mayor profundidad el funcionamiento de todo lo que tenemos delante, así como abarcar aún más la personalización, las opciones más destacadas aquí son vehículos personalizados y taller Toy-Con. Mediante una herramienta de programación visual que recuerda a Scratch, puedes crear controles totalmente a medida y aplicaciones usando como entrada y salidas las funciones de los Toy-Con, Joy-Con y propia Nintendo Switch. De esta manera, es posible especificar desde que un Joy-Con atado a un palo haga de avión a que al agitarlo con una determinada fuerza y dirección suene un sonido, vibre el otro mando o se ilumine la pantalla. Algo que a primera vista puede parecer no demasiado, pero que con un poco de imaginación y la combinación de otros objetos te lleva a tirarte horas frente a la pantalla probando cosas.
Es realmente digno de elogio el cómo Nintendo consigue acercar la metodología para la implementación de algoritmos con un videojuego, más aún cuando involucra a objetos materiales de nuestro entorno. Cualquier persona familiarizada con la programación no tardará en sacarle mucho provecho y disfrutar de ello, mientras que los más pequeños o ajenos a este mundo se divertirán tanto y más, sin saber siquiera que están aplicando y desarrollando dichos conocimientos.
Llegados a este punto, es imposible finalizar estas líneas sin destacar que Nintendo Labo Toy-Con 03: kit de vehículos es posiblemente el más divertido y llamativo de los tres. Una elección perfecta para adentrarte en este peculiar mundo, el cual esperamos que siga sorprendiéndonos y avanzando en esta buena senda. Nintendo firma así un entretenimiento con unos ingredientes que de ser correctamente combinados le puede hacer ganar enteros para convertirse en un buen regalo estas Navidades entre los jugadores de Nintendo Switch.
