Antes de que pasemos a la siguiente generación de la mano de NX, Nintendo se ha propuesto a que echemos la mirada atrás en el tiempo y disfrutemos de los clásicos que constituyeron a la compañía tal y como la conocemos hoy en día. Es por ello que, el próximo 11 de noviembre tendremos la posibilidad de volver a disfrutar con la NES en su versión mini, con varios de los títulos con los que comenzaron sus andaduras Mario, Link, Samus y otros muchos más.
Rememorando sin esperas
Durante nuestra toma de contacto con la NES mini nos ha quedado claro que la “consola” de Nintendo cumple con lo que promete. Para jugar, simplemente tendremos que conectar la consola a la toma de red y a la televisión, apretar el botón de encendido, y en pocos segundos tendremos los 30 títulos que pone la NES Mini a nuestra disposición.
Poco más tendremos que hacer para ponernos “manos al videojuego”, pues una de las características que más sorprenden de la NES Mini es su tiempo de carga, o más bien su inexistencia. Sin tiempos de espera o de carga: en cuanto seleccionemos el juego al que queremos jugar, este empezará prácticamente al instante.
Y esto no sólo se aplica al principio: si queremos cambiar de juego en mitad de la partida, simplemente tendremos que volver al menú inicial, guardar nuestro progreso (si queremos), y seleccionar otro título; este también se cargará prácticamente a instante, aunque hubiésemos dejado otro en espera.
Los juegos los podremos disfrutar en tres resoluciones: en HD, en su resolución original de 4:3, o la más original de todas: simulando una televisión de tubos catódicos. La resolución se puede cambiar en cualquier momento, pero cualquiera de ellas funciona a la perfección y sin ningún tipo de interferencia en la experiencia de juego, aunque tal vez la última opción sea la más adecuada para aquellos más nostálgicos.
En general, las impresiones que nos quedan de la NES Mini son muy buenas: una consola sencilla que recoge algunos de los mejores juegos de la época y los ofrece tal cual de una forma rápida y directa, para que podamos rememorar estos títulos en la mejor calidad posible cualquier día que nos entre un ataque repentino de nostalgia por los tiempos de los 8 bits.