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YO-KAI WATCH 2

YO-KAI WATCH 2 es el siguiente paso del fenómeno nipón de criaturas que ha llegado (allí) al nivel de éxito de Pokémon. Europa va con cierto retraso respecto a Japón, donde la tercera entrega de la serie y varios spin-offs ya han aparecido, pero poco a poco se van acortando distancias. Es el turno ahora de la segunda entrega de la saga principal que, al igual que los títulos de Game Freak, llega en dos ediciones: Fantasqueletos y Carnánimas. Tras las sensaciones iniciales de hace unas semanas, ha llegado el momento de conocerlo más a fondo en este análisis.

Medalla Yo-kai insertada

La primera pregunta que uno se hace es clara: ¿cuál edición escoger? Nintendo nos presenta esta simpática infografía con algunas de sus diferencias. Básicamente las podemos reducir a pequeños cambios en la historia, especies exclusivas de Yo-kai y una medalla diferente con la edición de lanzamiento de cada uno. Hay que tener en cuenta también que pueden intercambiarse Yo-kai con otros jugadores, por lo que es posible llegar a tenerlos todos en una sola edición. Además, si tienes un amigo que tenga la versión distinta a la tuya (o bien tienes tú las dos), puede crear un Enlace YO-KAI WATCH 2 para jugar en mazmorras especiales.

Pero también hay que introducir el universo Yo-kai para todo aquel que no sepa de lo que estamos hablando. En Revogamers tenéis disponible un artículo que engloba a muchos otros que hablan sobre el primer juego, sus criaturas, estrategias y otras anécdotas que pueden ser un buen punto de partida. De todas formas, no es necesario haber jugado a la entrega anterior para disfrutar de la nueva ya que sus primeros compases están totalmente orientados a presentar de nuevo a los personajes mientras que se recuerdan las mecánicas jugables. De hecho, si tienes fresco el original, la primera parte de la secuela se puede hacer un poco pesada.

YO-KAI WATCH 2 busca ampliar el universo del juego con la intención de contar una historia más profunda que la de la primera parte, pero que continúa siendo infantil y en algunos puntos peca de demasiado simple. Todo va a girar en torno a un conflicto interno entre los Yo-kai y al origen del famoso reloj. Para esto último se abre la posibilidad de viajar en el tiempo, permitiendo así de paso añadir nuevos Yo-kai, situaciones cómicas y la presentación de más mitos y leyendas japonesas en las que esta saga se apoya. En total nos esperan más de veinte horas de aventura, pudiendo multiplicarse dicho número si se busca completar todo el contenido extra y montar buenos equipos.

Elementos RPG con detalles cuidados

Existe la posibilidad de elegir personaje al empezar la partida. De la misma forma que ocurría en el original, esta elección no se basa en simplemente ofrecer un mismo protagonista con el género a escoger por el jugador, sino que cada uno de ellos vive en un lugar diferente del mapa (con sus padres cada uno) y tienen por lo tanto algunas diferencias en las relaciones con otra gente. Básicamente, escoger a uno hace que haya diversas variaciones y que el no elegido se convierta en un NPC que juega su papel en la historia también.

Y ahora, paso a lo importante, la jugabilidad. En primer lugar hay que comentar que se puede controlar tanto con botones como con lápiz durante la parte de exploración, mientras que en los combates hay que sacar el lápiz sí o sí. La parte de exploración es similar a la de muchos J-RPGS, con una vista cenital y un mapeado por el que poder moverse, con casas, mazmorras y otros lugares en los que tenemos que realizar misiones para avanzar en la historia, así como otras peticiones secundarias. Por fortuna, siempre hay presente en la pantalla inferior un buen mapa que sirve de guía tanto en interiores como en el exterior.

Otro elemento que ayuda a tenerlo todo controlado es el Yo-kai Pad, el “menú de pausa”. En él se puede tener un control de las misiones actuales y pendientes, además de tener acceso a opciones, lista de trofeos, álbum de medallas Yo-kai, tutoriales, etc. y, muy importante, la opción de guardar en cualquier momento. Existen también varios puntos de guardado por el mapa, cuya utilidad mayor es dejar a los Yo-kai que nos acompañan como nuevos y permitir cambiar el equipo al más puro estilo Centro Pokémon. Las opciones presentes van creciendo conforme se avanza la historia, pero hay que agradecer que esté tan a mano una herramienta de revisión y gestión tan rápida.

Hazte con to… Sé amigo de todos los Yo-kai

Hay una historia principal que seguir ordenada por capítulos y objetivos, pero también hay un montón de peticiones adicionales. Todo ello servirá para conocer el mundo y explorar lugares del mapa en busca de Yo-kai para ganarse su amistad, aunque como ocurre en otros juegos similares la parte secundaria puede llegar a ser repetitiva para más de uno por el constante paseo de un lado para otro. Algunas de las nuevas tareas disponibles implican realizar pequeños minijuegos (como uno de baile), y también hay pequeños desafíos de adivinanzas sobre Yo-kai, por lo que se añaden momentos que aportan variedad.

En el mapa se pueden buscar Yo-kai, pero también hay otras actividades como ir de compras, cazar bichos o pescar. Existen también unas zonas de pequeños desafíos en los que espera un premio especial. La ciudad inicial es grande, pero luego se añaden otras que hacen que el tamaño total de mundo sea el doble del que tuvo el original y de paso se amplía la variedad de paisajes. Viajar entre ellas es algo que se realiza en tren y, pese a que lo normal sería no presenciar el viaje con una pantalla de carga oculta, aquí hay que ver como nuestros protagonistas sentados van pasando por las distintas paradas del trayecto. De vez en cuando hay un pequeño combate o se da un diálogo entre personajes, pero generalmente suele ser un momento un poco vacío que puede hacerse más largo de lo que es. Por fortuna, con el tiempo aparece la posibilidad de utilizar puntos de teletransportación para acelerar el proceso de viaje.

Como buen juego de coleccionar criaturas, una de las claves mientras se avanza es que crezca el equipo. Pueden tenerse seis Yo-kai con el protagonista y es necesario ir a ciertos puntos para cambiar al equipo. En el mundo hay algunos que nos darán su medalla con el progreso de la historia y otros cuando sean derrotados al encontrarlos en algún lugar para combatir, pero la mayoría requieren una evolución de lo segundo, como conocer sus platos favoritos para dárselos en mitad de la batalla, algo que puede requerir de guía o de ensayo-error para dar con la tecla adecuada.

Batallas pasivas pero activas

Las batallas consisten en un encuentro en el que luchan los Yo-kai que nos acompañan. Tres de ellos están presentes en el combate y los otros tres están en el “banquillo”, aunque siempre puede girarse e reloj para cambiar los componentes del grupo ofensivo. Hay muchos factores a tener en cuenta para hacer un equipo equilibrado, como las habilidades y familias de sus componentes, pero a la hora de la verdad gran parte del combate queda en manos de la CPU. Los Yo-kai lanzan ataques y usan habilidades de forma automática (a un ritmo que varía según su naturaleza), aunque en manos del jugador está la posibilidad de lanzar un ataque especial llamado Animáximum (que necesita recargarse para volver a realizarse), purificar a un miembro de nuestro equipo que haya sido espiritado, utilizar objetos y cambiar la posición del objetivo.

El ataque especial y la purificación se llevan a cabo a través de minijuegos muy simples en la pantalla táctil, mientras que la opción de objetivo está muy orientada para enfocar los ataques de nuestro equipo en un Yo-kai (o parte de su cuerpo en particular), así como saber a qué enemigos se les quiere lanzar ciertos objetos. Hay combates en los que el objetivo es ganar y ya está, pero en otros hay que buscar que el enemigo acabe “contento” y quiera unirse a nuestras filas.

Los combates añaden una nueva variante con el nuevo modelo de Yo-kai Watch que aparece en la historia. Ahora es posible activar versiones más poderosas de los Animáximum (con su consecuencia negativa), la purificación puede ser más rápida e incluso se puede revelar el punto débil de los jefes. Dichos encuentros contra jefes ofrecen combates con un reto mayor y resultan más espectaculares, aunque también pueden poner a prueba nuestra paciencia.

YO-KAI WATCH 2 más allá de la aventura

Pero más allá de exporación y batallas, hay otra gran novedad de peso: el modo Blasters. Pueden jugar hasta cuatro jugadores con un solo cartucho y el objetivo es conseguir orbes que se transformarán en contenido para la campaña principal. Aquí cada jugador maneja a un Yo-kai (a elegir entre una pequeña lista) y tienen que ir recogiendo los susodichos orbes moviendose por el escenario y pudiendo ejecutar ataques de distintos tipos mientras se evita ser capturado. Hay enemigos que pueden ser eliminados, pero hay otros de los que huir como sea cuando se enfadan, teniendo que llegar a una puerta especial para completar con éxito la misión. Cada Yo-kai tiene sus cualidades únicas (como rango al golpear), por lo que lo interesante es crear un equipo variado que sepa compensarse.

A nivel técnico, estamos ante un título continuista al 90% con lo visto en la primera entrega de la saga, con un gran nivel de animaciones. Sin embargo, eso no ha evitado que se hayan pulido algunos detalles a nivel visual y se haya trabajo con mayor cuidado los diferentes fondos por los que nos movemos. La música transmite el aura feliz del juego con ese toque sobrenatural de principio a fin, sabiendo también añadir melodías diferentes según la familia de Yo-kai y para ciertas batallas o momentos. Las voces vuelven a ser de calidad – y en castellano – con el mismo equipo principal de la primera entrega, aunque en esta ocasión algunas voces secundarias han sufrido algún cambio y eso puede no agradar a todo el mundo.

Se puede decir, por lo tanto, que YO-KAI WATCH 2 es lo que se puede esperar de una secuela: continuar en la misma línea mejorando casi todas las áreas del juego. Es válido para novatos y, una vez se ha pasado la parte inicial, divertido para los jugadores del primero. Existe la posibilidad de tener tres partidas simultáneas en cada juego, por lo que es un cartucho que puede compartirse o que permite incluso una partida con cada uno de los personajes. Sus principales problemas residen en que algunos momentos son un poco tediosos y en que puede ser demasiado continuista para algunos. Eso no evita de todas formas que estemos ante un título muy recomendable para pequeños – y no tan pequeños – que disfruten con una historia de amistad y felicidad sin recurrir a unos niveles altos de violencia ni a una dificultad elevada (salvo en ciertos puntos).

Escrito por
Pikmin de nacimiento y strawhard de corazón, colecciono monedas DK por diversión.

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