Mañana llega a Nintendo Switch OneShot: World Machine Edition, la edición más completa del juego de culto de 2016. Títulos como Undertale, To the Moon, Omori o Doki Doki tienen que hacerle hueco en la eShop a un nuevo compañero que sin lugar pasa a formar parte del grupo sin ningún tipo de duda. Así que ahora te vamos a contar lo que ofrece este título, pero dejando atrás un aspecto importante de la historia que es maravilloso si lo descubres por ti mismo.
OneShot ofrece mucho más de lo que se ve
OneShot es un título que arranca en nuestro ordenador. Sí, ordenador, porque lo primero que vemos en pantalla es un escritorio de PC y tenemos que arrancar el juego desde ahí. Es algo curioso aunque ya lo hemos visto en alguna ocasión, aunque sabe utiizarlo bien en la historia y además nos ofrece carpetas en las que podemos acceder a los coleccionables como imágenes o música, y también opciones de personalización en colores de las carpetas y fondos de pantalla.
Una vez entramos en el juego dentro del PC (podemos ponerlo a pantalla completa o no) nos encontramos a Niko, un niño vestido de gato que ha sido transportado a un mundo en decadencia con el fin de evitar su destrucción (pues todo el mundo lo reconoce como el salvador). Pero no está solo, ya que habla con una deidad que le guía en algunos momentos, y la relación construida entre ambos integrantes es algo que está muy bien llevado, pues nunca se satura y se usa solo en algunos momentos.
La jugabilidad es la de cualquier juego tipo RPG Maker o Zelda 2D pero sin combatir. Es decir, vista en plano inclinado con píxeles y la posibilidad de usar un menú de objetos al estilo de una aventura gráfica y de hablar con personajes. No solo eso, sino que también podemos mover el cursor del ratón del PC para ciertos momentos y para coger coleccionables, por lo que lo de ser un juego dentro de un juego no es simplemente algo accesorio, importa en lo jugable también.
Una ronda más
Con dos o tres finales (según se mire) por delante, OneShot nos puede tener enganchados para conseguir dos de ellos entre unas 5-7 horas, en las que podemos encontrar todos los coleccionables también. Mirar las carpetas del PC nos hará querer rejugarlo sin duda y es algo que consideramos casi obligatorio. Por lo demás, hay que destacar una muy buena traducción al castellano durante gran parte del juego, aunque es cierto que hay algún pequeño gazapo pero que no afecta a la comprensión.
A nivel gráfico no encontramos algo innovador. Es un título con un pixelart bonito pero tampoco con demasiado detalle, aunque cuenta con algunas ilustraciones muy bonitas (tanto que luego podemos verlas en el PC). La música acompaña muy bien y el tono de las melodías es adecuado, pero algunas de ellas tienen bucles demasiado cortos y puede que queramos bajar el volumen cuando estemos en la zona en la que suena. Curiosamente, esas mismas melodias en el PC vemos que se reproducen al 50% de velocidad, y que al 100% suenan sorprendentemente mejor, así que os animamos a ojear ese menú.
OneShot es los amigos que hacemos por el camino. Es decir, es un juego de esos que dejan huella, pero solo si llegas libre de spoilers y experimentas de primera mano sus sorpresas. Es complicado escribir un análisis sin poder hablar de su punto más llamativo, pero os decimos de antemano que si os gusta alguno de los títulos del primer párrafo, los personajes adorables o las aventuras gráficas, os va a gustar seguro.