Cuando se anunció el nuevo sistema de comunicación de Nintendo Switch 2 lo vi como una de esas cosas a las que iba a hacer entre poco caso o ninguno; total, tanto en Switch 1 como en PlayStation 5, mis consolas principales hasta la llegada de la nueva máquina, usaba aplicaciones de terceros para hablar con mis allegados pues me resultaban más cómodas que las integradas en las susodichas consolas.
Pero hete aquí que un buen día, todavía no me explico yo a santo de qué, voy y le doy al nuevo botón C de los Joy-Con 2, ese que nos deja contactar con cualquiera de nuestros amigos en cuestión de segundos, y me pongo a indagar.
Tan sencillo como hablar
GameChat, como ya os comentamos en una entrada previa, ha demostrado ser una herramienta más útil de lo que ninguno de nosotros imaginábamos en un principio, y es algo que ha venido determinado principalmente por su facilidad de uso, las opciones de multipantalla que ofrece y una calidad en el audio que todavía a día de hoy me deja perplejo en lo que a cancelación de ruidos externos se refiere.
Pero yo sabía que había algo más, y es que ver la partida del resto de mis amigos estaba bien, aunque sea a esa resolución y frames (los suficientes, no obstante), igual que hablar entre nosotros, pero verse siempre es mejor.
Pero mejor si también veo (y me ven)
Y en esas que llegó la cámara de Nintendo Switch 2. Estilizada. Simple. Funcional. Con una única protuberancia en su redondez que sirve para cerrar el obturador, el cual, cuando está abierto, capta a la persona, o personas que la estén usando incluso en condiciones de baja luminosidad. A 1080p y ciertamente no los mejores que hemos visto, debido también a la cantidad de artificios que utiliza para que, jugando, los demás nos vean decentemente.
A efectos prácticos esto se traduce en que, usada junto a Nintendo Switch 2, funcionará tal y como uno espera, pero no sustituirá a vuestra webcam si sois aficionados a grabaros con ella en, por ejemplo, una sesión de streaming. Para reuniones tipo Zoom, sí, desde luego. De hecho, esta cámara oficial no lo hace mal recortando el fondo y cuenta con un gran angular que mostrará todo lo que queráis que se muestre, pues, ya en los ajustes de GameChat, podremos hacer zoom, elegir que solo se muestre nuestro rostro, etc.
Pero lo mejor viene cuando descubrimos su integración en determinados videojuegos, claro que por ahora son muy, muy pocos. En concreto Mario Kart World, que muestra la cara del jugador sobre su personaje, muy a lo Mario Kart Arcade GP, y este mismo mes también Super Mario Party Jamboree + Jamboree TV, que transforma la cámara en una suerte de rudimentario pero funcional Kinect. Wii U nos dio Tank, Tank, Tank y Zombi U, ojalá en Nintendo Switch 2 le saquemos más partido a la cámara.
Bien, pero no perfecta
Como grandes pegas, más allá de su tratamiento del color conectada a PC, que, al contrario que la de la Planta Piraña, no se ancle a la consola separando su cabezal, por lo que siempre hay que apoyarla en algún sitio; menos mal que es pequeña y ligera. Pero sobre todo no entiendo que Nintendo no haya habilitado un segundo puerto USB-C en el Dock. Si queremos tenerla siempre conectada, si somos de los de sacar la consola de vez en cuando, tendremos que usar un adaptador de USB-C a USB-A.
Eso, y su precio, pues por ahora no deja de ser una herramienta excesivamente opcional, en parte también porque GameChat funciona muy bien sin ella, pero es menos atractivo así.
Sabed no obstante que la consola admite cámaras de terceros; no todas, pero sí casi todas las que hemos probado. Y lo mismo aplica para ratones o teclados USB y Bluetooth, por si queréis jugar a Cyberpunk 2077 como en PC, o a algún otro.