Videojuegos hay de too tipo, y eso permite que veamos propuestas que se salen de varios estándares establecidos. Una de ellas es el último juego que Panic ha traído a Nintendo Switch tras su paso por otras plataformas. Nour: Play With Your Food.
Todo – o nada – se tira en Nour
Un restaurante nos presenta un plato para palomitas, y nuestro objetivo es “jugar con ello”. Es decir, echar más o menos cosas y ver qué pasa. Una vez completado, se desbloquea un nuevo plato (diferente) y así sucesivamente, hasta que rellenamos el repertorio, vemos el final y toca seguir explorando. Una vez que ha pasado mucho tiempo en un plato, podemos darlo por finalizado y así pasar al siguiente.
Nour es un juego que puede pasarse en una hora, pero ese no es su objetivo, sino que este es el aprendizaje y el descubrimiento de cada plato. No busca que te lo pases y punto, sino que empieces a seguir el ritmo mientras sueltas objetos, utilizas otros y consigues incluso que aparezca una medusa que te desbloquea nuevas posibilidades.
Esto se traduce, por ejemplo, en un nivel en el que tenemos una picadora manual y podemos lanzar en ella diferentes alimentos y ver cómo salen. A veces el giro cambia y tenemos por ejemplo tostadoras, que podemos activar para que lancen rebanadas de pan, o provocar que se quemen y salten chispas. La gracia es, por tanto, explorar las posibilidades y rejugar los diferentes niveles de comida con lo que vamos desbloqueando.
¿A qué estoy jugando?
Uno de los componentes del juego es el ritmo. Puede que no lo sepas hasta que no lo pruebes, pero se puede activar un metrónomo para así interactuar siguiendo el compás de manera visual, algo que podemos hacer en distintos tiempos, provocando así notas negras y blancas e incluso silencios. La experiencia cambia cuando buscamos el ritmo, y abre nuevas posibilidades, pero como todo en este juego, no es obligatorio y es más un instrumento de experimentación.
Cada uno de los niveles del juego cuenta con elementos bien diferenciados en pantalla, y nosotros podemos cargar la pantalla con más, pero también borrarlos, utilizar instrumentos e incluso hechizos, es decir, podemos hacer que los objetos vuelen, se congelen o aplastarlos con un martillo. En ese sentido, hay muchas posibilidades visuales, aunque no todas se aprovechan igual de bien. Los sonidos tienen en mente los efectos y el compás, y funcionan bien con la propuesta, pero es cierto que quizás una opción con más fuerza musical nos hubiera gustado.
Nour es una experiencia que no deja indiferente, pero con una abstracción y particularidades que hace que no sea para todo el mundo. Su experiencia base es algo corta, pero descubrir y utilizar nuevas posibilidades siempre resulta interesante.
Versión del juego analizada: 1.2.1