La espera ha sido larga pero ya hemos podido meterle mano a Nintendo Switch, la nueva consola de Nintendo que viene a darle un giro a la industria y a recuperar el camino y jugadores perdidos con Wii U ofreciendo, no solo algo nuevo en muchos aspectos, sino algo muy conocidos por todos como es ese aire Wii que destila y que, a buen seguro, gran parte del público agradecerá, como un servidor.
Madrid-Londres, Londres-Madrid
Una agradable mañana en Madrid se tornó, primero, animada con todos nuestros compañeros del sector encontrándonos en el aeropuerto y compartiendo inquietudes y megas del móvil para visualizar de la mejor forma posible la tempranera presentación de Nintendo Switch, y, más tarde, gélida en la sempiterna gris Londres, donde, pese al poco favorable clima, no tardamos en entrar en calor nada más cruzar el umbral que nos separaba de lo que, en poco más de mes y medio, será la nueva compañera de juegos de muchos.
Empezamos con una charla donde Omar Álvarez, RR.PP. de Nintendo España, nos introdujo en lo que ellos mismos han catalogado de nueva era para la compañía. Aquí pudimos ver la evolución de Nintendo hasta hoy y cómo Nintendo Switch recoge elementos o ideas de casi todos los sistemas domésticos desde NES hasta, obviamente, la defenestrada Wii U.
Nada más arrancar la charla y visto el despliegue orquestado para la ocasión, uno ya se da cuenta de que Nintendo ha cambiado de rumbo pero no dando bandazos. Quizás para eso estuvo Wii U. Ahora se explican bien las cosas, por lo menos las que desde Nintendo España pueden responder, aunque seguimos con varias incógnitas a tan pocas semanas del lanzamiento como qué pasa con la Consola Virtual (NES y SNES están más que confirmadas, así como la vuelta de la C.V. de Neo Geo) o qué servicios de compañías externas como Netflix, HBO o similares tendremos disponibles en nuestro país.
Lo que sí hemos podido confirmar es que Nintendo Switch es region free, que toda su arquitectura se encuentra en el dispositivo conformado básicamente por la pantalla (de hecho, eso es Nintendo Switch realmente), que en el modo portátil los juegos correrán a 720p y que al conectarlo a la TV mediante el dock y un puerto USB (USB-C en la consola) hará que podamos disfrutar de unos más que agradecidos 1080p y 60 frames por segundo en la mayoría de los juegos, por lo menos era la resolución y velocidad soportada por todos los juegos presentes en el showfloor del Apollo Hammersmith.
Como dijo un famoso londinense llamado Jack, vayamos por partes
Desgranando un poco más cada pieza de la nueva máquina, que son unas cuantas, los Joy-Con, disponibles en varios colores, se venderán también por separado (sólo el izquierdo o sólo el derecho) o en pack, con precios que oscilarán entre los 50 € la pieza suelta y los 75 € en pack, según han ido marcando varios minoristas en las últimas horas.
El Joy-Con izquierdo es el menos listo de los dos, y aun así viene, como el derecho, con el nuevo sistema de vibración HD que, creednos, se nota y, si es aprovechado como se debe, puede dar mucho juego en varios géneros muy diferenciados entre sí como títulos de minijuegos, aventuras gráficas (aquí seguro que CING sabría qué hacer) o incluso shooters o juegos de terror (imaginad notar cómo una babosa resbala por la palma de vuestra mano, por poner un ejemplo). Asimismo, cuenta con el botón de captura, a un solo click. Cuando Nintendo Switch sea lanzada al mercado sólo podremos compartir imágenes al más puro estilo Miiverse, que, por cierto, no hará acto de presencia en la nueva máquina al parecer, y algo más tarde, actualización mediante, la opción de compartir vídeo será habilitada.
En el Joy-Con derecho encontramos el lector NFC (indispensable para ese preciosísimo nuevo amiibo de Zelda), así como la cámara infrarroja, que servirá tanto para captar nuestros movimientos como para medir distancias hasta un objeto, siempre que se encuentre dentro de un rango de unos pocos metros, claro está.
Lo que sí os podemos decir ya y que hemos podido constatar es que los gatillos ZL y ZR no son analógicos, es decir, no tienen apenas recorrido por lo que no podremos en, verbigracia, simuladores de conducción, acelerar o frenar paulatinamente de forma manual por este método, aunque siempre nos quedarán otras fórmulas como aumentar o disminuir la velocidad con el stick derecho o que sea el propio juego el que se encargue de esta aceleración (positiva o negativa) como viene ocurriendo en compatibles desde hace décadas si jugamos con teclado.
Ambos mandos ocultan en su lateral 2 pequeños botones L y R que quedarán al descubierto al separarlos de la pantalla o del soporte. Al principio se hacen casi enanos, pero después de un par de vueltas a Mario Kart 8 Deluxe los hemos sentido bastante naturales. La sensación mejora al introducirlos en el pequeño volante de plástico (similar al que vimos en Wii) que añade dos protuberancias, también de plástico pero con otro tacto, que facilitan el pulsar estos botones.
Habrá 2 tipos de soporte para los Joy-Con, uno que proporcionará carga a los mandos, que será el normal, y otro, más ligero, que simplemente servirá de sujeción para los mismos.
El dock, además de para cargar pantalla y mandos, hará que veamos los juegos a 1080p en la pantalla de nuestro televisor y que los estos corran (los que lleguen a ello), a 60 FPS (en el modo portátil la resolución será de 720 y los frames se mantendrán estables, tranquilos). Además, el USB del dock será del tipo C, aunque por el momento no contará con las bondades del nuevo estándar 3.0 y mantendrá las funcionalidades del 2.0, otra característica que será mejorada más adelante. También se pondrá a la venta por separado, aunque su precio de 90 € hará que nos lo pensemos bien a la hora de tener 2 en casa.
La batería del mando aseguran que tendrá una duración aproximada de entre 3,5 horas, para los juegos más exigentes, y de 6 horas para los menos u otras aplicaciones. Está en cada uno decidir si es poco, mucho o suficiente, por nuestra parte, nada que objetar ahí. Además, y como pasa con cualquier dispositivo electrónico moderno, podremos cargar nuestra Nintendo Switch mientras estemos de viaje con una batería externa. El tiempo de carga será de aproximadamente 3 horas para completar el 100 % del proceso.
La memoria interna de la consola será de 32 GB, pero podremos aumentar la misma mediante un HDD, aunque, dado su carácter híbrido (sobremesa y portátil), lo ideal será contar con una SDHC, estando admitidas hasta las de 2 TB de capacidad.
Y ahora toca daros una mala noticia, y es que Switch no es retrocompatible con Wii U, como era lógico, pero tampoco podremos traspasar nuestras compras digitales de la eShop a la nueva máquina, aunque nuestro Nintendo Network ID (NNID) sea el mismo en ambas consolas.
Además de todo esto, está el hecho de que, de inicio, no tendremos disponible la app que nos permitirá mantener charlas online o crear nuestras propias salas, así como controlar el bloqueo parental (muy bien explicado en el vídeo de Bowser y Bowsy).
Respecto al online, de pago a partir de otoño, parece que mejorará al visto en Wii U. Este modelo de suscripción incluirá también juegos gratis pero con fecha de caducidad, puesto que sólo durarán un mes en nuestra biblioteca y después serán reemplazados por el siguiente, de NES o SNES para más inri. Sin embargo, esto aún puede variar y Nintendo no cierra la puerta a modificaciones dentro de este sistema.
Los precios de los juegos apuntan, de primeras, a ser ligeramente más caros que los actuales. Al parecer Nintendo quiere tomar una medida por la que aplicará un precio a un juego según su coste de desarrollo. Más o menos como ha venido haciendo estos últimos dos años, con juegos como Splatoon o Captain Toad: Treasure Tracker a precio “reducido”.
Por desgracia no pudimos ver ninguna caja de juego ni ningún cartucho para deciros cómo lucían al natural, pero por lo que se pudo ver en la presentación éstas recuerdan mucho a las de Super Nintendo japonesas, con el artwork del juego copando todo el frontal y con tan solo el logo de Nintendo Switch ocupando una esquina. Por supuesto, el canto de las cajas será rojo, color Nintendo.
A los mandos
Lo anterior es paja. Lo que busca todo jugador que se precie son juegos y, por qué no, sensaciones. Nintendo Switch no inventa nada, pero le da más de un valioso plus a lo que hay hoy día y además reinventa a Wii. ¿A Wii? Sí, a Wii.
Aunque Nintendo quiere dejar muy atrás todo lo que tenga que ver con ese nombre, lo cierto es que Nintendo Switch nos ha sorprendido por todo lo que se acerca a ella. La sensación en algunos juegos, salvando las distancias, es similar a la primera vez que levantamos el Wiimote hace ya una década y soltamos nuestro primer raquetazo en el juego de tenis incluido en Wii Sports, y los grandes culpables de todo esto son los Joy-Con.
Estos pequeños mandos esconden en su interior auténticas obras de arte de la ingeniería y el diseño. Pueden funcionar juntos o independientes el uno del otro y la transición se hace de forma inmediata, su giroscopio es sensible hasta el extremo, son ligeros pero robustos, ergonómicos para lo pequeños que son y cuentan con extras como NFC, sensor infrarrojo o lo mejor de todo el paquete, la vibración HD.
Parece una chorrada, pero en los minijuegos incluidos en 1-2-Switch te das cuenta del gran avance que supone esta vibración háptica, conocida ya por algunos poseedores de determinados smartphones. Ordeñar una vaca y sentir que la leche baja, abrir una caja fuerte y notar la más mínima variación, o incluso poder averiguar si hay “dentro” de nuestro Joy-Con dos, tres o cuatro canicas por cómo van variando su peso a la que movemos el mando en el aire como si de una caja se tratara o cómo van “chocándose” entre sí.
Se nos ocurren mil ideas de cómo sacar provecho a esta tecnología, otra cosa es que las desarrolladoras estén por la labor, no como pasó con Wii U y su GamePad.
También está el hecho de poder jugar 2 personas con un solo juego de mandos a los títulos que lo permitan, que allí eran Streef Fighter Ultra II, Mario Kart 8 Deluxe, Super Bomberman R, FAST RMX, 1-2-Switch, Just Dance 2017, Has Been Heroes y Snipperclips. Bastantes y bastante bien.
Los pequeños botones L y R que esconden estos mandos se harán casi incómodos al principio, máxime para quienes tengan dedos grandes, pero no es nada que un par de vueltas a Mario Kart 8 Deluxe no corrijan.
Nos hubieran gustado ver algún ejemplo en vivo de qué puede aportar a un juego la cámara de infrarrojos, pero no pudo ser.
Respecto a los juegos, de los cuales hablaremos con detalle en un siguiente artículo, huelga decir lo cómodo que es el estar jugando en una tele y, de forma instantánea, pasar a hacer lo propio en la pantalla portátil. Una pantalla que además será táctil, aunque, de lo que pudimos probar ayer, ningún juego hacía uso de esa función.
Pese a que había bastantes sorpresas, sobre todo en forma de juegos más modestos pero que nos atraparon sin remedio, juegos como Mario Kart 8 Deluxe o The Legend of Zelda: Breath of the Wild se sienten, ya, de una generación atrás, aunque puede que ese síntoma solo lo tengamos los poco más de 16 millones de compradores de Wii U. Algo parecido ocurre con Splatoon 2, del cual tampoco hay mucho que juzgar pues solo pudimos jugar a un modo batalla por equipos y no nos enseñaron ni nuevos modos ni nada de la historia, que promete ser más épica que la del primero, aunque será difícil superar al fantástico jefe final del anterior juego.
Tampoco supimos nada de las figuras amiibo, que ayer desaparecieron por completo de la escena. Seguro que Nintendo va a seguir apostando fuerte por ellas, pero ayer iba de juegos la cosa y bien que nos alegramos por ello.
Así las cosas acabamos el día muy ilusionados pero ligeramente preocupados. Hay varios puntos que aún hoy nos quitan el sueño, como lo que ha pasado con el precio, rompiendo la barrera psicológica de los 300 €, el online de pago, al que además solo sacaremos todo su provecho mediante una app para el móvil o, sobre todo, su line up inicial, sin duda jugoso para quienes no tuvieron Wii U pero algo menos apetecible para quienes sí confiamos en ella.
Aun con todo, Nintendo Switch ha despertado en nosotros un cosquilleo que solo es comparable al que sentimos con Wii. ¿Eso es bueno o malo, doctor?
