Here we go, off the rails
Don’t you know it’s time to raise our sails?
It’s freedom like you never knew.
Cuando escuché la letra de ese temazo del que vino acompañado el trailer del E3 de Super Mario Odyssey, pensé que posiblemente estábamos ante algo enorme. Después de jugarlo largo y tendido, os lo puedo confirmar: Super Mario Odyssey es tan grande como soñamos.
Al ponerte a los mandos de Nintendo Switch para controlar al ex-fontanero, el tiempo pasa volando y las tareas no dejan de acumularse. Me transmitió unas sensaciones muy parecidas a Super Mario Sunshine: Mundos medianos, pero llenos de vida y de cosas por hacer. Pero muchas más cosas por hacer que en el título de Game Cube.
En ese sentido, también me recordó (salvando todas las distancias) a sensaciones que tuve con The Legend Of Zelda: Breath Of The Wild. Quieres ir a un sitio, te pones ese objetivo y emprendes marcha. Pero hasta que llegas a ese punto, te encuentras con personajes locos, puzles ocultos y otras muchas distracciones que harán que en esa pequeña travesía pasen los minutos volando. Estamos, por tanto, muy lejos del concepto más guiado de Super Mario Galaxy, volvemos a la libertad off the rails, como dice la canción. Tú eliges qué quieres hacer, en qué orden y de la manera que tú quieras.
En el tiempo que jugamos a Super Mario Odyssey, pudimos probar tres reinos: El comienzo del juego, en el Reino de los Sombreros (el de Cappy), que funciona como tutorial e introducción de la historia, el Reino de los Fogones, que ya se pudo ver en parte en la Gamescom y por último, el Reino Ribereño. Sí, vais a poder disfrutar más de los ya famosos pezones de Mario.
Desde que salí del showroom ese día, tengo la necesidad irrefrenable de enseñar las capturas de lo que viví allí como si de las fotos de unas vacaciones se tratase. Así que voy a hacer un poco de cuñado. Poneros cómodos, coged un piscolabis y os enseñaré el álbum de mis vacaciones por estos tres reinos.
REINO DE LOS SOMBREROS
Empezamos nuestro viaje por el Reino de los Sombreros. Un lugar oscuro y tenebroso, en el que conoceremos a nuestro compañero de aventuras, Cappy y a los que van a ser nuestros enemigos a los que vamos a perseguir reino a reino.
Como estamos acostumbrados, veremos muchos secretos en cada mundo. Si golpeamos ciertas flores con nuestra gorra, quitaremos un tapón del que saldrán agua… ¡y monedas!
Como ya pasaba en anteriores títulos, algunos personajes nos dirán frases simplemente al pasar junto a ellos. Este colega de Cappy parece ser fan de Mr. Wonderful.
Y por último, conoceremos a la malvada pandilla que apoya a Bowser en esta ocasión y libraremos la primera batalla de Super Mario Odyssey.
REINO DE LOS FOGONES
Seguimos nuestras vacaciones en el abstracto Reino de los Fogones. Allí podremos disfrutar de áreas muy plataformeras, como este maíz gigante giratorio.
También descubrimos la tienda de ropa, dónde podemos conseguir combinaciones muy alocadas, como este conjunto de poncho mexicano con sombrero de cocinero
Las expresiones faciales y corporales de Mario son alucinantes. Cuando nos quede poca vida, le veremos arrastrarse por el mapa con esta cara.
Y llegamos a la primera parte en 2D. Sin palabras.
Bueno, realmente sin palabras, nos dejó transformarnos en un enorme trozo de carne…
REINO RIBEREÑO
Última parte de la aventura, el Reino Ribereño. Los controles bajo el agua son excelentes. Además, podremos transformarnos en cualquier Cheep Cheep para olvidarnos de los problemas de oxígeno y nadar con más gracia. Oh, ¿a dónde nos llevará esa tubería?
Pues sí, otro área 2D y bajo el agua además.
Todos lo estábais esperando, aquí tenéis el torso desnudo de Mario.
Por supuesto, los personajes no pierden su carisma habitual y en cada mundo tienen su personalidad y su acento.
En conclusión, Super Mario Odyssey parece ser lo que promete, un título brillante y enorme, que nos dará horas y horas de diversión. Se va a hacer dura la espera de este mes que nos queda para tenerlo en nuestras Nintendo Switch.
No puedo acabar este avance con otra frase que no sea:
Lets do the Odyssey!