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World Conqueror X

EasyTech y CIRCLE Entertainment han aunado fuerzas y nos traen una nueva entrega de esta famosa saga de estrategia, en exclusiva para Nintendo Switch. World Conqueror X, disponible desde el 8 de marzo, nos transportará a la Segunda Guerra Mundial, uno de los eventos históricos y políticos más importantes de toda la historia; y esta vez, tú serás el protagonista.

Para los amantes de la Historia

Todos aquellos a quienes nos gusta la historia estamos de enhorabuena, especialmente si sentimos preferencia por este período de tiempo que trajo consigo una de las mayores batallas de la historia. World Conqueror X será capaz de unir esta etapa de la biografía del mundo con los videojuegos de estrategia y peleas por turnos a la perfección. Desde el año 1939 hasta el final de la contienda, tendremos varias campañas basadas en puntos clave de la historia, en batallas reales, que nos ofrecen a través de las pantallas de Switch sacar nuestro lado más táctico mientras nos ponemos en el papel de un general del ejército.

Contaremos con dos modos de juego: el Scenario Mode y el Conquest Mode. En el primero de ellos, realizadas las campañas del tutorial, nos situaremos en el continente europeo, epicentro de la guerra. Al igual que históricamente, vamos a tener un total de 11 por cada uno de los bandos. De esta manera, podemos seleccionar jugar como un general de las Potencias del Eje, siendo los países más relevantes Alemania, Italia y Japón, aunque también veremos en pantalla a otros aliados menores como Rumanía y Bulgaria. Por delante, una serie de misiones que debemos superar si queremos acceder a las siguientes, así hasta completar el total. Por otra parte, también podemos desempeñar el papel de los Aliados, ordenando a tropas estadounidenses, rusas, británicas y francesas en estas operaciones continentales.

Una vez hayamos completado las 22 misiones en Europa, que también abarcan el Mediterráneo y el Norte de África, desbloquearemos un nuevo mapa, esta vez en el Pacífico. Un enclave primordial no solo para el desarrollo de campañas, sino para el término de la guerra. De esta manera, los enclaves históricos más importantes estarán representados en diversos mapas. En total contaremos con 40 campañas a desbloquear.

En lo que respecta al Conquest Mode, deberemos seleccionar el país que controlaremos. Desde la Unión Soviética hasta Canadá, cualquier territorio vinculado con la Segunda Guerra Mundial será seleccionable, ¡incluso España! Tendremos 20 opciones para elegir, que no son pocas.

Una vez realizada nuestra selección, tendremos a nuestra disposición todo el mundo para desarrollar nuestra propia guerra. Comenzando en el año 1939 (o en 1943), deberemos mover nuestras tropas conforme a nuestros instintos, sin una misión específica como en el Scenario Mode. En este caso, todo el mapa al completo, cada uno de los continentes, puede ser nuestro. Respetando a nuestros aliados según el bando que hayamos decidido representar, iniciaremos el período bélico hasta que lleguemos al turno número 300, cuando se considerará que hemos logrado completar este modo. Será necesaria mucha paciencia, estrategia y una buena dosis de imaginación para reescribir la historia a través de nuestros propios actos.

 

General, tenemos una misión para usted

Al iniciar el título, tendremos la oportunidad de realizar tres campañas tutoriales donde se nos explicará muy por encima el funcionamiento y la lógica del juego. Muy por encima porque, aunque se puede ver la dinámica, no aclaran muchos conceptos básicos, como puede ser la obtención de dinero, de mecanismos o de energía nuclear para las distintas tropas o armas que fabriquemos; tampoco nos hablarán sobre la importancia del cuartel general, un menú esencial si queremos avanzar más fácilmente en las campañas, especialmente en las de último nivel, cuyo nivel de dificultad será más elevado, pero entraremos en más detalle posteriormente.

Cuando empezamos una campaña, veremos que la misión nos indica los turnos en los que deberemos realizar las tareas que nos piden, o resistir acometidas. Si además de ser unos expertos estrategas la suerte nos sonríe, conseguiremos las tres estrellas; dos estrellas si logramos el objetivo entre los dos valores indicados y una estrella, que nos indicará el último turno (en números) que tenemos para cumplir con la misión. Si sobrepasamos el número, la misión se considerará fallida y tendremos que empezar de nuevo.

Las estrellas obtenidas al finalizar las misiones nos proporcionarán una serie de recompensas. De esta manera, cuando consigamos las tres estrellas, la recompensa que aparece al pulsar sobre la campaña la obtendremos en su totalidad. Así, según bajemos en el número de estrellas conseguidas a dos o una, la recompensa será menor. Por este motivo debemos tener claro qué se nos pide, pues no siempre tendremos que conquistarlo absolutamente todo, que vuestro sentido bélico no os aleje de la victoria.

 

¡Soldados, a sus puestos!

Al comenzar una misión, observaremos a los generales de ambos bandos hablar, así que necesitamos estar pendientes de los objetivos que señalan como propios. En la mayoría de las ocasiones tendremos que conquistar una ciudad importante o derrotar a generales enemigos, pero también puede darse el caso de que debamos aguantar en una ciudad mientras el enemigo nos asedia con toda su infantería. ¿Y cómo vamos a ser capaces de cumplir estos objetivos marcados? Con nuestro ejército.

Como en todos los ejércitos, vamos a poder dividir a nuestras tropas en tres fuerzas diferentes: Terrestres, marítimas y aéreas, aunque estas últimas sean un poco más especiales. Cada vez que demos comienzo una campaña, se nos asignarán unas tropas, que en la mayoría de las ocasiones serán terrestres, pero también es común que debamos vigilar costas y lagos. Poco a poco iremos consiguiendo recursos para agrandar nuestro ejército, con el paso de los turnos. Debemos tener en cuenta, no obstante, que no siempre vamos a poder construir de todo, sino que dependerá de los recursos y del dinero que tengamos, así como de la ciudad que hayamos conquistado. De esta manera, no todas serán capaces de producir tanques pesados, sino únicamente ligeros, o bien no contarán con aeropuerto para lanzar una oleada de bombarderos.

 

De esta manera, entre los medios terrestres vamos a tener a tropas de infantería, tanques, y distinto tipo de artillería. Cada una de estas divisiones tendrá a su vez nuevas subdivisiones, así por ejemplo en la pestaña de los tanques vamos a poder construir coches blindados, tanques ligeros, tanques medios, tanques pesados y súper tanques. Cada uno tiene unas características diferentes, generalmente superiores conforme su precio aumenta. De la misma forma, con lo que respecta a los ataques marítimos, tendremos barcos y submarinos. Por último, los medios aéreos con los que contaremos, siempre y cuando nuestra ciudad posea un aeropuerto, dista desde el lanzamiento de paracaidistas en un área determinada hasta el uso de bombarderos nucleares.

Asimismo, cada uno de estos tanques o de estos barcos, podrán tener un mayor o menos número de soldados en su interior, de esta manera mayor será su capacidad, pero también su precio. No siempre vamos a tener recursos para un súper tanque con el máximo de tripulantes, sino que en ocasiones nos tendremos que conformar con un tanque pesado con dos soldados.

De la misma manera que el ataque es fundamental, también lo será la defensa. Y es que no solamente manejaremos tropas que se desplazarán por las casillas del mapa, sino que podremos construir búnkeres, fortalezas terrestres y fortalezas costeras. Estos elementos serán inamovibles, pero supondrán un obstáculo importante a los enemigos que se acerquen demasiado a nuestras filas. Su posición estratégica será fundamental. También vamos a poder proteger nuestro ejército y nuestras ciudades de las arremetidas aéreas enemigas. Tendremos la posibilidad de construir defensas antiaéreas, que dispararán al aire cada vez que un avión sobrevuele nuestras unidades.

Por último, una pieza fundamental serán las ciudades. De esta manera, cada una de ellas podrá contar, o no, con lo siguiente: un aeropuerto, un depósito de suministros, una fábrica, un instituto, un silo de misiles y una planta nuclear. Lo primero que comprobaremos será que al lado de la ciudad nos aparecerá, en números romanos, un I, II o III correspondiente al nivel de nuestra ciudad. De estos números dependerá la cantidad de oro que conseguiremos cada turno así como la posibilidad de construir edificaciones especiales (una torre de radio, un monumento nacional, etc.) que nos puede mejorar los recursos económicos, impedir que la moral de nuestras tropas baje, que aumente la vida de nuestras ciudades…

Y así como la ciudad tiene un nivel, también lo tendrá la fábrica, gracias a la cual podremos construir más o menos tropas terrestres, atendiendo a su poder.

En el caso de los medios marítimos, deberemos contar en nuestro poder con un puerto, siempre cercano a un lugar del mapa con agua, donde podamos ir mandando nuestras unidades acuáticas.

 

Los Cuartes Generales

Es una herramienta fundamental para la mejora de nuestras tropas, sin los cuales tendremos dificultades para conseguir las tres estrellas en las misiones más complicadas. Conforme ganemos batallas, iremos adquiriendo experiencia, que se acumularán en una barra pequeña situada en la parte superior de nuestra pantalla. Según avancemos de nivel, desbloquearemos generales, mejoras y construcciones adicionales que emplearemos en nuestras campañas.

En primer lugar, tenemos una pestaña donde se recogen los generales. Podremos ir reclutándolos con las recompensas en forma de medallas que adquirimos con cada misión concluida. Podemos acumular hasta un total de doce, aunque en caso de querer contratar a un nuevo jefe de tropas, podremos despedir al que menos nos interese, así es la vida. Se encuentras divididos en generales de oro, plata y bronce, según su precio y sus capacidades, aunque los podremos mejorar más adelante.

Los generales los vamos a poder unir a las tropas que despleguemos en el mapa. De esta manera, podemos tener un tanque pesado normal al que le unimos un general. Como consecuencia su vida, su resistencia, su capacidad y el resto de sus estadísticas mejorarán, haciéndola una unidad muy difícil de vencer y que en la mayoría de las ocasiones nos brindarán la victoria. No obstante, no podemos unir un general a cualquier tropa, sino que algunos se especializarán en tropas de infantería, otros en tanques, otros en buques, así que lo mejor es tener variedad.

La segunda pestaña nos muestra unos árboles de habilidades (o tecnologías) atendiendo a cada uno de los recursos bélicos: Tropas de infantería, tanques, artillería, buques, aviones, búnkeres, armas antiaéreas y misiles. Según invirtamos nuestro oro conseguido en las misiones en mejorar las casillas de los árboles, las competencias de nuestras unidades serán mucho mejores en el modo mapa. Podemos conseguir que se desplacen más lejos, que las minas les hagan menos daño, mejorar su fuerza de ataque, y un largo etcétera.

Finalmente, en la tercera pestaña se recogen las edificaciones adicionales para mejorar las ciudades. Se van desbloqueando conforme consigamos unos logros, así que debemos tener presente qué nos solicitan si pretendemos desbloquearlos todos.

El Arte de la Guerra

Tenemos ante nosotros a un gran título de estrategia bélica, que nos embarcará, a grandes rasgos, en las épicas a la par que trágicas batallas que se lidiaron durante la Segunda Guerra Mundial. La problemática histórica y los entresijos con los que pugnaron las fuerzas beligerantes se encuentran presentes en los mapas donde debemos resistir asedios, evitar que las tropas enemigas terminen con nuestros aliados o reconquistar ciudades que una vez nos pertenecieron.

Buscará que saquemos nuestro lado más estratega, posicionando nuestras unidades en casillas hexagonales que cierren el paso a nuestros enemigos, que impidan su abastecimiento o que los obligue a marchar sobre minas que diezmen su fortaleza. Conseguir las tres estrellas en todas las misiones no es tarea sencilla, teniendo que reiniciar la partida en ocasiones o intentándolo nuevamente cuando solamente hayamos conseguido una o dos. El nivel de dificultad no siempre es progresivo, si bien conforme adquiramos mejor conocimiento sobre cómo utilizar los recursos, unir generales a nuestras tropas y sepamos centrarnos en nuestro objetivo y no en el mapa al completo veremos cómo nuestras posibilidades se disparan como la espuma.

De manera similar el Conquest Mode pondrá a prueba nuestra capacidad de resistencia, siendo especialmente largo y tedioso si no sabemos dirigir bien el curso de la guerra.

Las partidas a las que nos enfrentaremos tendrán una duración media, aproximadamente de unos 20-30 minutos, dependiendo especialmente del número de turnos y de la cantidad de sujetos en el mapa. De esta manera, cuando nos cansemos de causar estragos no tardaremos demasiado en finalizar la misión, o si no siempre podemos salir de la campaña, ya que el propio juego guardará nuestro progreso. No obstante, si hemos salido de una campaña a la mitad, deberemos retomarla o perderemos todo el avance conseguido.

Sin embargo, la mayor crítica a la que puede enfrentarse el título es a las explicaciones bastante superficiales que nos ofrecen en sus tutoriales. Las tres campañas iniciales, donde básicamente aprendemos a movernos por el mapa, crear un ejército y distinguir aliados de enemigos así como objetivos son solamente la base de un juego mucho más extenso y complejo. Conforme avanzamos, somos capaces de suponer por nosotros mismos algunas funciones que no se han explicado pero, que de haber conocido previamente, nos habría facilitado una mayor puntuación. Los símbolos de las ciudades, saber dónde mirar las características de las unidades, la presencia del cuartel general… Nos toca a nosotros investigar.

Nos pueden resultar molestos, en ciertas misiones, el comportamiento de nuestros aliados. Si bien combatimos enemigos comunes, también buscan recursos y ciudades que conquistar para crear su propio ejército. De esta manera, si entre los dos estamos asediando una ciudad y no nos quedan unidades para conquistarla, seguramente sean ellos quienes tomen el control de una ciudad que quizás nosotros necesitábamos para crear armamento pesado, porque tenía aeropuerto o por su central nuclear. Estos actos pueden romper por completo nuestra estrategia, así que habrá ocasiones donde no nos paremos a ayudar a nuestros aliados, sino que miremos únicamente por nuestro propio beneficio. Nos tocará ir un paso por delante de la máquina.

En cuanto al apartado gráfico, se encuentra mucho más definido que entregas anteriores en otras plataformas. Los detalles de las distintas tropas, de los mapas e incluso los rostros de los generales son especialmente realistas. Los mapas utilizados, si bien ciertos detalles como las montañas no siempre están correctamente situados, representan en mayor o menor medida la realidad de los continentes. Si bien vamos a poder disfrutar de nuestras campañas en cualquier modo, se disfruta en mayor medida en el portátil, ya que podremos utilizar la pantalla táctil para seleccionar más fácilmente nuestras unidades.

Finalmente, recordar que el título se encuentra solamente en inglés y chino. No necesitamos un nivel especialmente alto para comprender qué se nos requiere en cada misión, pero sí utiliza un vocabulario bélico bastante específico. Es fácil acostumbrarse a palabras que se repiten a lo largo de las pantallas, pero nos obligará a buscar su significado las primeras veces para comprender el sentido completo.

En conclusión, nos hallamos frente a un juego de estrategia en el que podemos invertir un buen puñado de horas entre las campañas y el modo conquista por el módico precio de 9.99€. En algunas ocasiones nos puede parecer repetitivo, pues los objetivos son similares aunque cambie el mapa sobre el que nos movamos. Sin embargo, si este género nos apasiona World Conqueror X nos regalará un complejo sistema de combate que buscará nuestro lado más táctico para conseguir la mayor puntuación, a pesar de la falta de un buen tutorial.

Escrito por
Criadora Pokémon, Princesa de Ylisse, cazadora de monstruos y conductora patosa. A veces me mancho con tinta. Mis maestros fueron la SNES y la Game Boy ladrillo.

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