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Wasteland 2: Director’s Cut

Quizás muchos de nosotros seamos fans de la saga Fallout, aunque de momento solo haya llegado Fallout Shelter a Nintendo Switch. Pero me refiero a las entregas principales, a los grandes juegos de rol que se han convertido en una de las bases de Bethesda. Pues bien, Wasteland 2 llega por fin a Nintendo Switch para saciar nuestro hambre de juegos de rol en mundos post apocalípticos.

Hay vida post apocalíptica más allá de Fallout

Los grandes jugadores de PC de los años 90 recordarán aún su primera entrega con vista y muchos elementos que podemos ver en las entregas de hoy en día. Fallout no inventó nada nuevo en 1997, más que nada porque tenía unos precedentes muy claros, y uno de ellos es Wasteland, un gran juego que no obtuvo una secuela hasta hace unos años.

Esta secuela fue financiada en Kickstarter y comparte productor con la primera entrega de Fallout. Un grupo heterogéneo conocido como los Desert Rangers patrulla lo que queda de los Estados Unidos repartiendo justicia a los merodeadores y bichos mutados. Tras el asesinato de un compañero guardabosque, tendremos la misión de crear nuestra escuadra de cuatro (o elegir entre una selección que ya viene preparada) e investigar transmisiones de radio sospechosas a instancias de nuestro comandante, el general Vargas.

El combate, pilar de Wasteland 2

En el camino, nos encontraremos con muchos amigos, pero también enemigos que darán forma a la historia. Wasteland 2 nos obligará a tomar decisiones que pueden afectar la historia de forma considerable; robar un alijo de armas en un campo aliado, por ejemplo, puede tener consecuencias nefastas y duraderas, pero no hay una opción ‘correcta’ y se nos anima a vivir con lo que finalmente suceda en lugar de volver a cargar la última partida guardada.

Fuera del combate, tenemos el control directo sobre el movimiento de nuestra escuadra. Las batallas comienzan cuando los enemigos nos detectan y sobre el campo de batalla se dibuja una rejilla como en XCOM o Mario + Rabbids Kingdom Battle. Todas las acciones durante las peleas, desde el movimiento básico hasta los ataques y las recargas, requieren puntos de acción (AP) para que las podamos hacer, de los cuales cada personaje tiene un número limitado por turno (una pequeña cantidad puede ser guardada para el siguiente turno).

Si usamos el botón ‘ZR’ aparece un menú de opciones de ataque y ‘ZL’ activa otro menú pero en esta ocasión de habilidades; los cirujanos, por ejemplo, pueden suturar heridas y revivir compañeros de equipo caídos si tienen el equipo adecuado. Estos menús también funcionan fuera del combate con las habilidades disponibles resaltadas en presencia de ciertos objetos determinados. Usar coberturas o agacharnos aumenta la probabilidad de evitar ataques y el fuego amigo debe de ser un factor a tener en cuenta en nuestra estrategia. Todo ello nos propondrá un sistema que habremos de dominar si queremos triunfar en Wasteland 2.

No es un portento gráfico, pero cumple

Wasteland 2 está construido bajo el motor gráfico Unity, un motor con una historia ligeramente accidentada en Nintendo Switch.  Se ve y se siente mucho más antiguo de lo que realmente es (porque recordemos que es un juego de 2014), especialmente cuando lo comparamos con Mario + Rabbids Kingdom Battle, un juego muy vistoso y con el que comparte género. Una velocidad de fotogramas entrecortada y algunos enganches ocasionales al abrir puertas o al hablar con NPCs terminan de construir el apartado visual del juego.

Nuestro camino será por los puestos de avanzada que habrá entre Arizona y que nos llevarán hasta California según avancemos en el juego. Esta travesía se realiza a través de un mapa post-apocalíptico arrasado por la guerra y que nos propone un mapa complicado. La radiación y la sed que afectarán a nuestro escuadrón nos harán aún más difícil la exploración, lo que nos obliga a encontrar oasis repartidos por el mapa para reponer el suministro de agua, un reto nada fácil puesto que estamos en un terreno desértico, árido y en el que no veremos ni el azul del cielo.

Como ya he dicho, eso es cosa de la cámara, puesto que se posiciona sobre las cabezas de nuestros jugadores. Con respecto a la cámara, durante el juego normal, se gira con el stick derecho. La cámara se mueve bastante bien, pero teniendo en cuenta la pantalla de la consola, en ocasiones puede resultar frustrante que no podamos hacer zoom. Los límites del mapa o algunos edificios, pueden provocar que no veamos correctamente lo que pasa en pantalla. Para finalizar, un efecto de halo recubre a los miembros del grupo si son tapados con algo como lo que decíamos antes y subsana medianamente el problema.

Un gran guion para una gran historia

A pesar de estos ligeros problemas con la cámara y que la tasa de imágenes por segundo puede caer de vez en cuando, sobre todo cuando hay muchos elementos en pantalla. Sin embargo, la mecánica básica del combate es muy sólida y aun más profunda, ofreciéndonos una serie de estrategias para enfrentarnos a los diferentes enemigos o las situaciones que se nos presenten. Además, el combate puede llegar a resultar sumamente gratificante, como darle a un enemigo con un buen disparo de francotirador desde una distancia considerable, usar armas pesadas o finalmente acabar con un enemigo poderoso y que se cubre muy bien.

El guión es uno de los puntos fuertes del juego, viene completamente traducido al castellano en textos, no así en voces que, de todas maneras, cuenta con un reparto mal hablado que nos pondrán en situación muy rápido. Al gastar puntos en ciertas habilidades, se desbloquean nuevas opciones de diálogo, tanto con NPCs como con nuestra escuadra, a la que pronto cogeremos cariño debido a la gran personalización que podemos ejercer sobre ellos.

Conclusiones

La historia principal de Wasteland 2 nos llevará aproximadamente unas 50 horas, y tendremos muchas más si nos detenemos a hacer misiones secundarias o a mejorar a nuestros personajes y su equipo. Superar situaciones delicadas es inmensamente satisfactorio y realmente es algo que el juego nos propone. Wasteland 2: Director’s Cut es una gran aventura aun a pesar de sus fallos. Funciona muy bien como experiencia portátil, pero hay algunos elementos frustrantes como una cámara que podría funcionar mejor, una tasa de imágenes que de vez en cuando cae o unos textos que se pueden hacer pequeños a más de uno. Sin embargo, no hay nada parecido en Nintendo Switch y es uno de los mejores juegos de su género, por lo que si eres fan del género o de la temática es una gran elección.

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