Teslapunk es un scrolling shooter. De los de antes. De los de vista cenital y mucha adrenalina. Una fórmula en principio incombustible, muy capaz de dar como resultado un título cuanto menos sólido de forma relativamente sencilla, teniendo en cuenta lo depurado que está ya a estas alturas el proceso creativo siendo del género que es. Pero no. No es así en el caso de Teslapunk.
Viva lo cutre
A este título le saltan las costuras por todas partes. Para empezar, en el diseño de juego. Básico. Extremadamente básico. Dos tipos de disparo, ligero para ráfagas rápidas, y pesado para conseguir el máximo daño continuo a costa de movilidad. Y una barra de “superpoder” que, al llenarse, barre la pantalla, te vuelve invencible y te salva el culo en momentos críticos. Estas tres acciones definen absolutamente todo lo que puedes hacer en el juego.
Y no, no es de esos juegos que con pocos ingredientes pero bien cocinados dan como resultado un plato delicioso; el desarrollo es tedioso, falto de sorpresa y extremadamente parco en ideas. Las mismas ráfagas de disparos, las mismas oleadas de enemigos, la misma sensación. Una y otra vez.
La buena noticia es que este sufrimiento no durará mucho, ya que el contenido de este título es muy escaso. Un “modo historia” compuesto por seis fases con dos jefes finales en cada una. Y un modo supervivencia que es, básicamente, un scroll infinito donde se repiten oleadas de los mismos enemigos, y que se basa en conseguir monedas que podrán ser gastadas, al perder una vida, para mejorar tu nave e intentar llegar más lejos en el siguiente intento. Algo que sería mínimamente interesante… de no ser porque la evolución de la nave te lleva de la mano al mismo punto que ya tienes disponible desde el principio en el otro susodicho modo historia. Cero sorpresa, cero incentivo.
Y aparte de estos dos modos de juego, poco más hay que decir, aparte de los consabidos logros/misiones, que aportarían algo de interés si el juego fuese divertido, que no es el caso.
¡Vámonos de guateque, Manolo!
La mala noticia es que aún no hemos hablado de lo peor de Teslapunk, que es, sin duda, su apartado audiovisual. Por llamarlo de alguna manera. Estéticamente desastroso, auditivamente grotesco, y muy pobre en sus acabados; la calidad que desprende este título en la pantalla es similar a la de un juego flash de mediados de los 2000. Y de los cutres. Y quizá me quede corto.
Pero lo peor de todo es que parece que es perfectamente consciente de sí mismo, y no tiene ningún reparo en exhibir su cutrerío como si sólo por eso fuese ya suficiente para ser transgresor y súper indie. Y me temo que no, no va de esto la cosa. Mención aparte merece el esfuerzo que le pone este título a enarbolar la bandera del estímulo/estrés visual como valor en alza. Pero que nadie se lleve a engaño; esto no es Rez, ni Super Hexagon, ni siquiera BIT.TRIP. Esto bebe artísticamente del mundo disco pachanguero más añejo. Y a veces ni llega a eso. Sonido estridente, silencios inexplicables en algunos efectos, flashazos indiscriminados y mapeados que intentan provocar el mareo más simplón, de manera activa y consciente.
Conclusiones
Todo esto me lleva a la siguiente reflexión: ¿por qué Wii U? Y supongo que la respuesta es simple: la sinvergonzonería. Teniendo en cuenta el éxito y la visibilidad que tuvo en esta plataforma cierto otro juego dedicado a Tesla, no sería raro que alguien en alguna oficina pensara eso de “ya hemos sacado esto en Android, vamos a ver si alguien pica en la consola ésta que apenas tiene juegos”. Porque no hay otro motivo; Teslapunk ni siquiera tiene compatibilidad con el modo Off-TV. Ni qué decir tiene de cualquier otra opción que saque provecho del Wii U GamePad.
Hay algo que detesto de los juegos como Teslapunk. Quizá sea la vagancia autoinducida, el oportunismo picaresco del todo a cien, la descarada pornografía de lo indie, o una mezcla de todo ello. Pero lo cierto es que este juego conjuga todas estas cualidades como ningún otro, en una aterradora sinfonía de mediocridad. No se me ocurre nadie a quien pudiera recomendar este juego. Quizá sólo si alguien tuviese la bizarra intención de coleccionar todos y cada uno de los scrolling shooters que hayan existido jamás. Pero sólo para tenerlo en la ludoteca personal, cual steamero compulsivo, no para jugarlo; nadie debería dedicar ni cinco minutos de su vida en probar este juego.