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Stick it to the Man

Stick it to the Man es un indie querido. Sus creadores, Zoink, lo llevaron a Wii U hace unos años y ahora es el turno de traerlo a Nintendo Switch, plataforma que también recibirá su secuela espiritual, Flipping Death, y otros juegos del estudio como Fe y Zombie Vikings. Por lo tanto, estamos ante la plataforma en la que el estudio está poniendo todo el amor que tiene.

Stick stack, se quitan y se ponen

Ryan North, escritor de los cómics de Hora de Aventuras, nos trae la historia de Ray, un pequeño joven con un trabajo un tanto absurdo, que vive en un mundo de gente chiflada pero simpática. Una noche, al acabar de testear la calidad de unos cascos recibiendo golpes en la cabeza, un impacto de un objeto caído del epacio cambiará su vida para siempre.

Ray ahora, por azares del destino, cuenta con un nuevo compañero, que hará que de su cabeza salga un brazo espagueti invisible con el que podrá leer las mentes de otras personas, agarrarse a algunos salientes y coger pensameintos u objetos que hay por el escenario. Como el universo es de papel, todos los elementos con los que se pueden interactuar son pegatinas, que podremos despegar de cualquier lugar para pegar en otro, creando así la solución a los puzles que nos esperan.

La otra vertiente de juego es plataformera, sencilla, pero efectiva. Sobre todo en los momentos en los que hay que huir de varios guardias que nos persiguen por nuestro nuevo poder adquirido. Por lo tanto, estamos ante escenarios con zonas en las que habrá que saltar, pero la historia y el uso de pegatinas tienen el mayor peso de la aventura.

La noche más larga de Ray y de toda la ciudad

Por lo tanto, el desarrollo puede ser comparado al de una aventura gráfica, al tener que hacer trueque de objetos para ir avanzando, pero tiene personalidad propia para hacerse distinto. Viajes a lo largo de distintos lugares, incluyendo el mismo interior del propio Ray, nos tendrán ocupados durante más de cinco horas que duran los diez capítulos que dura el juego.

Todos los diálogos están acompañados de buenas voces al inglés, así como de textos en castellano. Las voces son cómicas,  incluso podemos avanzarlas rápida o lentamente al leer la mente como si fueran una cinta. La locura es constante, pero atrapa y engancha durante todo el tiempo. Es uno de esos juegos a los que quieres jugar “un poco más” cada vez que piensas en parar. Eso sí, su principal problema es que una vez completado, no nos invita a rejugar, pero como una buena película, quizás es algo que quieras volver a visitar en el futuro.

El apartado técnico del juego es otra de sus características especiales. Todo es de papel, pero el título sabe hacer a su estilo parte de la jugabilidad. Hay que destapar ciertas zonas, cada vez que reiniciemos un punto de control veremos a Ray ser imprimido, y detalles que es mejor descubrir por uno mismo para sacarnos una sonrisa. La banda sonora, de jazz puro, acompaña perfectamente al juego, aunque sin temas para destacar mucho (salvo la mítica canción de Mickey Newbury Just Dropped usada como cabecera).

Stick it to the Man es una aventura de pltaformas y puzle en el que las pegatinas tienen el protagonismo. Cargada de humor y surrealismo, nos atrapa de principio a fin con una buena ambientación. Las mecánicas son sencillas y adictivas, pero eso también implica que no haya mucha variedad de acciones a realizar. De cualquier manera, es un indie que ya se ha convertido en clásico.

Escrito por
Pikmin de nacimiento y strawhard de corazón, colecciono monedas DK por diversión.

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