Divinity: Original Sin 2 – Nintendo Switch™ 2 Edition llega en forma de actualización gratuita desde la versión de Nintendo Switch 1, trayendo mejoras gráficas y de rendimiento. Se trata de uno de los grandes RPGs de la generación, el juego que le dio a Larian Studios las tablas para hacer el mítico Baldur’s Gate 3... Un juego que, por caprichos del destino, todavía no habíamos analizado en Revogamers. Pero es hora de enmendar ese agravio.
Divinity: Original Sin 2, un mundo por explorar
Divinity: Original Sin 2 es un juego de rol al estilo occidental, en el que priman las decisiones que tomamos y contamos con mucha libertad. Podemos encarnar la piel de seis perfiles predeterminados o crear un personaje personalizado. De todas formas, incluso los perfiles predeterminados son muy personalizables, ya que les podemos cambiar la apariencia o la clase. La clase es lo que determinará el papel del personaje en la aventura, y puede ir desde el clásico guerrero hasta un brujo o un mago. El problema de esto es que es abrumador para el jugador nuevo y es muy fácil crear un personaje flojo o descompensado, sin posibilidad de solucionarlo más adelante.
Durante la aventura, podemos reclutar al resto de personajes en diferentes momentos. La historia nos junta a todos al principio del juego, ya que somos hechiceros de la fuente, personas capaces de acceder al poder primigenio pero que, con ello, atraemos a los vacíos que siembran el caos y la destrucción. Por eso estamos recluidos en un barco, donde se nos envía a una especie de isla carcelaria llamada, irónicamente, Fuerte Júbilo. Ahí conocemos al resto de los personajes y nos ponemos en contexto para afrontar la aventura.
A partir del segundo capítulo el juego se abre y presenta su verdadero ser. En Divinity: Original Sin 2 es muy importante dialogar con todos los NPCs usando a todos los personajes que hayamos conseguido, ya que todos tienen opciones de diálogo diferentes. Y hay que grabar muy frecuentemente, porque una mala decisión puede cerrarnos oportunidades. El juego ya se encarga de ir grabando cada poco (y lo notamos porque, desgraciadamente, en Nintendo Switch 2 esto provoca que la pantalla se congele 1 segundo aproximadamente).
Tu partida de rol de tablero, en Nintendo Switch 2
La intención de Larian con Divinity: Original Sin 2 es recrear lo más fielmente posible una partida de rol de tablero. Los diálogos se ven complementados por una voz en off, la voz del Dungeon Master, que nos describe a los personajes, situaciones, y expresiones no verbales. También tenemos un fuerte componente de exploración. Llevamos encima un diario que nos permite tener cierta orientación sobre las misiones que podemos acometer y, en base a ello, podemos explorarlas libremente o ir buscando nuevas hablando con otros personajes. Podemos comerciar o incluso robar a otros. Y, por supuesto, también podemos combatir.
En Divinity: Original Sin 2, el sistema de combate es por turnos y estratégico. Cuando entramos en combate, aparece en la parte superior el orden de actuación. En nuestro turno tenemos una serie de puntos de acción que nos permiten movernos, atacar o usar alguna de las habilidades u objetos que tengamos en el menú rápido, accesible mediante el botón Y.
Es un sistema muy estratégico, con gran énfasis en la posición de los personajes, los ataques de área, la composición del escenario y, por algún motivo, el fuego. Lo normal de un combate es que acabe todo en llamas. Ah, y hay fuego amigo (es decir, tus ataques pueden hacer daño a tus aliados). Lo malo del sistema de combate es que estos muchas veces aparecen de la nada o tras diálogos, y son bastante inmisericordes, lo que lleva, otra vez, a tener que recurrir al guardado rápido para poder ajustar mejor el combate. Quizá sea realista, pero le resta diversión tener que repetir esto incontables veces.
Libertad, para bien y para mal
Con todo, como suele suceder con este tipo de juegos de rol, la libertad de Divinity: Original Sin 2 es abrumadora al principio. Es un juego que se disfruta más cuando ya sabes jugar, pero que al principio resulta algo áspero. Tienes demasiadas opciones demasiado avanzadas y demasiado finales desde el mismo momento de la creación del personaje, cuando no tienes ni idea de para qué sirve nada.
Además, debido a cómo funcionan los diálogos, hay que dedicarle muchas horas para poder hacer algo. El primer capítulo es mucho más directo, ya que sirve como tutorial e introducción, pero a partir del segundo nos metemos de lleno en la experiencia rolera. Si no tienes horas para invertir en él y quieres algo directo, tal vez Divinity: Original Sin 2 no sea tu mejor opción.
Aparte, no existe ninguna indicación sobre la dificultad de las misiones, pero es importante no embarcarte en una demasiado difícil o serás masacrado. Esto limita por una parte la libertad, y por otra fomenta una dinámica de ensayo y error que puede hacerse un poco cargante.
Otra cosa que notamos al jugar a Divinity: Original Sin 2 es que se trata de un juego pensado para jugarse con teclado y ratón, pero el esfuerzo en hacerlo jugable mediante mando de consola es soberbio. Tan bueno es, que, al menos en su versión de lanzamiento, Divinity: Original Sin 2 – Nintendo Switch™ 2 Edition no incorpora el tan promocionado modo ratón. En parte porque, sin teclado, igual no es un tipo de juego tan fácil de adaptar como un FPS al estilo de System Shock.
¿Cómo se porta Divinity: Original Sin 2 en Nintendo Switch 2?
Divinity: Original Sin 2 ya había salido para Nintendo Switch, siendo una versión muy digna aunque con los clásicos sacrificios que hemos visto en este tipo de lanzamientos. La versión de Nintendo Switch 2 palia de un plumazo todo esto, convirtiéndolo por fin en un producto a la altura de sus hermanos en otras plataformas. Los tiempos de carga son muy ligeros y la fidelidad visual es muy alta.
Gráficamente estamos ante un juego de rol con vista cenital, pero podemos orientar la cámara como queramos y hacer zoom. Es un juego bonito, con unos paisajes muy bien diseñados y que evoca una atmósfera de fantasía muy buena. Donde no destaca tanto es en los modelos de los personajes, que son más bien rudimentarios, especialmente por el tamaño reducido que tienen. A nivel musical, Divinity: Original Sin 2 cuenta con una banda sonora que cumple y también con un buen doblaje, que ayuda a ambientar la partida.
Una de las cosas que más esperaba de Divinity: Original Sin 2 era que incluyera el modo multijugador local, presente en todas las plataformas excepto en Nintendo Switch. Por desgracia, de momento se queda también sin multijugador local en Nintendo Switch 2, aunque permite el multijugador en línea o con dos consolas por conexión directa (técnicamente, local, pero necesitas dos consolas y dos juegos).
Una lástima, ya que uno de los mayores atractivos de la saga era poder hacer la campaña al completo en cooperativo, especialmente en cooperativo local. Lo que sí permite (igual que la versión de Nintendo Switch) es conectarte con la cuenta de Steam para sincronizar tus partidas, cosa que no está nada mal. De todas formas, la versión de Nintendo Switch ha ido actualizándose esporádicamente y este guardado cruzado no estaba desde el principio así que todavía hay esperanzas de que añadan el multijugador local… Además, en la web de Nintendo, aunque explícitamente pone <<Jugadores: Una consola (1)>>, más abajo pone: <<El modo multijugador requiere un mando compatible por jugador. Es posible que se requieran mandos adicionales (a la venta por separado).>> ¿Es acaso esto una señal de que lo añadirán en un futuro?
Conclusiones
Divinity: Original Sin 2 – Nintendo Switch™ 2 Edition es uno de los juegos de rol más aclamados de la generación, y en su versión de Nintendo Switch 2 cuenta con la posibilidad de compartir la partida con Steam, pero sin el popular multijugador local a pantalla partida. Es lo más cercano a vivir una aventura de rol de mesa, con diálogos ingeniosos, una gran variedad de cosas por hacer y una calidad fuera de toda dudas, aunque con algunas decisiones que merman su capacidad de divertir. Si te gustan los juegos de rol tradicionales de ordenador, se trata de una gran elección.
Versión analizada v3.6.117.3735
