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Slayaway Camp: Butcher’s Cut

Scream, Viernes 13, Pesadilla en Elm Street … películas de “terror” en las que enmascarados acribillan a diversos personajes de forma sangrienta en la mayoría de las ocasiones. Con esta temática en mente, y un diseño mucho más amigable y simpático, se nos presenta un juego de puzles peculiar: Slayaway Camp, que llega a Nintendo Switch con una versión subtitulada Butcher’s Cut.

No quedará títere con cabeza en Slayaway Camp

Hay diversos juegos de puzles en los que hay que llegar desde un punto A hasta otro B, habiendo pasado antes por otros específicos. Pero además, moverse en una dirección supone que el desplazamiento no sea corto, sino todo lo largo posible hasta que nos chocamos con algo. Algunos ejemplos claros en los que se ha visto ya algo similar son las secciones de hielo de juegos como Pokémon, Ittle Dew o Zelda.

En el juego que nos ocupa, los escenarios están cargados de “paredes” que hacen de tope, desde el borde del escenario hasta vallas. Además hay otros elementos por los que no podemos pasar porque suponen nuestra muerte, como hogueras o agujeros en el suelo. Además de estos elementos, hay otro importante a tener en cuenta: la policía. En algunos niveles se nos limita el núero de movimientos (luego nos “pillarían”) y en otros hay miembros del cuerpo que nos atrapan si vamos a ellos de frente.

¿Y qué tiene de sangriento ir de un sitio a otro? Aquí viene la gracia del juego, ya que solo hemos explicado la mecánica a medias. Y es que, antes de llegar a la zona final de la fase, hay que realizar una acción adicional: eliminar a todas las personas en pantalla. Cada persona supone un tope de pared temporal la primera vez que nos movemos hacia ella y, al tocarla, pasaremos a ejecutarla de una manera bastante gore (pero siendo cubos los personajes, no es lo mismo).

Sangre y violencia… o no

Los niveles cada vez son más complicados, y a veces pueden llegar a frustrar. Aquellos menos duchos o más impacientes pueden pagar monedas del juego (que se obtienen al completar niveles y realizar pequeños QTE para ejecutar) para “pasarse” los niveles que les consuman más tiempo del necesario, algo que puede quitarle gracia al reto, pero que es opcional y, por lo tanto, el que no quiera no lo va a utilizar.

El contenido del juego, que da para más de cinco horas, está presentado con muchísima reminiscencia retro, con cintas VHS como “mundos” a superar, y cada una de ellas con sus propios niveles. Para los que sean amantes del coleccionismo, distintos personajes controlables y ejecuciones QTE nos esperan en la tienda para ser comprados. Quizás la mayor pega en el desarrollo y contenido sea la poca variedad para resolver muchos de los niveles, es decir, la ausencia de planteamientos hasta llegar a la solución final.

La presentación del juego es efectiva, con personajes divertidos muy coloridos, y con opción para que el contenido gore aparezca o no. El estilo gráfico escogido no requiere mucha potencia y obviamente eso hace que tampoco luzca demasiado, pero sí es efectivo. La música y efectos, al igual que el resto de apartados del juego, nos propone trasladarnos al género de películas ya nombrado, y ayuda a crear atmósfera.

Slayaway Camp: Butcher’s Cut es un tributo, con humor, a las películas slasher de hace unas décadas. Se hace fácil de jugar en modo portátil con control táctil y con botones en caso de utilizar el mando. Una presentación simpática con una duración adecuada para este tipo de juegos en los que al final la mecánica tiende a hacerse algo repetitiva y que, en general, puede resultar muy simple para más de uno.

Escrito por
Pikmin de nacimiento y strawhard de corazón, colecciono monedas DK por diversión.

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