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Brave Dungeon

Cada vez es más difícil encontrarnos con RPGs que apuesten por los combates por turnos de toda la vida. De ser así, lo más probable es que sean japoneses y/o independientes, ya que son muy pocos los estudios de peso que se atreven a crear títulos de este estilo. Este es el caso de Brave Dungeon, un JRPG de corte clásico desarrollado por el estudio indie Inside System, que apuesta por este sistema de combate y la exploración de mazmorras como sus atractivos principales.

A pesar de tener una premisa y un apartado visual interesantes, las carencias de Brave Dungeon se hacen patentes desde sus primeros momentos. Aún teniendo en cuenta su precio y su humilde origen, es inevitable pensar que podría haber dado muchísimo más de sí, sobre todo tratándose de un spin-off de la franquicia independiente The Legend of the Dark Witch.

Conociendo a las waifus

Su trama principal es increíblemente sencilla y sin pretensiones de ningún tipo. En Brave Dungeon controlamos a Al, una cazadora de tesoros conocida como la Diosa de la Muerte por controlar una gran guadaña. Tras visitar Godshill, la mazmorra más peligrosa de la isla Belfer, y ser derrotada inmediatamente, despertará en el pueblo de Newport, que servirá desde entonces como nuestro centro de operaciones.

En Newport, podremos elegir entre cuatro acompañantes femeninas, Papelne, Stoj, Rudy y Mari, para completar nuestro equipo de tres integrantes. Cada personaje tiene habilidades y características únicas, y tanto ellas como Al provienen de The Legend of the Dark Witch. Ellas nos ayudarán a explorar las cinco mazmorras de la isla Belfer, cada una con su propia estética.

Uno de los principales problemas de Brave Dungeon es que los personajes no gozan de ningún tipo de personalidad. No conocemos nada sobre ellas, a menos que hayáis jugado a The Legend of the Dark Witch. Aunque se trate de un spin-off, no debería de contar con que los jugadores hayan jugado a otros títulos para conocer a sus protagonistas. El resultado final es que actúan como herramientas para un fin, más que como individuos de un grupo, con sus propias motivaciones y problemas.

Lo mismo ocurre con la historia. Su sencillez no es su problema, si no la falta de información sobre el mundo que nos rodea. La saga ya cuenta con su propio lore, pero apenas se profundiza en él en este título. Fuera de las conversaciones con la dueña de la posada de Newport (muy poco relevantes), no dispondremos de otros métodos para conocer más acerca de Belfer o de sus habitantes. Todo esto me deja con la sensación de que sus únicos puntos de interés son los puramente jugables.

Brave Dungeon

Un dungeon crawler de la vieja escuela

Brave Dungeon cuenta con cinco mazmorras que podremos visitar en cualquier momento. Somos libres de elegir entre ellas, estableciendo nuestro propio ritmo de progreso y visitando Newport para descansar, reponer objetos y demás. Cada mazmorra se divide en diversos pisos, y si queremos descender, debemos atravesar el laberinto que compone cada nivel, repleto de enemigos, objetos, puertas cerradas con llave y el jefe final de turno.

Es cierto que cada mazmorra tiene su propio tema, pero todos los pisos comparten la misma estética y reglas. Esto provoca que se vuelva repetitivo al poco tiempo, incluso considerando que el juego no tiene una larga duración (tardé unas siete horas en completarlo). Su diseño es demasiado simple, y se puede volver monótono rápidamente. Aunque la composición de los niveles es efectiva, hubiese estado bien encontrarme con alguna sorpresa que cambiase la progresión y que ofreciese algo distinto.

Eso sí, dentro de su simpleza, consigue apelar a nuestro ímpetu innato de coleccionismo. Cada piso tiene un medidor que nos indica cuánto hemos explorado, incitándonos a explorar el 100% del mapa. Como cada uno está plagado de piezas de equipo y objetos de interés, lo natural es que nos encontremos investigando cada nivel a fondo antes de proseguir. El problema es que la curva de dificultad está mal ajustada, y si decidimos exprimir al completo las mazmorras, lo normal es que los enemigos resulten extremadamente fáciles de abatir.

Brave Dungeon

Bravely Dungeon

Todo lo anterior nos lleva al clásico pero efectivo combate por turnos. Las batallas transcurren en escenarios 2D, al estilo de los Final Fantasy de NES y SNES. Cada personaje contará de inicio con una acción para atacar y una habilidad principal, además de otras adicionales que podremos aprender a medida que vayamos subiendo de nivel. También tendremos la opción de subir de clase y potenciar sus estadísticas de manera manual, asignando puntos a los atributos que más nos interesen.

En los combates no hay ningún tipo de MP, pero algunas habilidades contarán con un enfriamiento considerable. Aunque resulten, una vez más, elementos realmente simples, las combinaciones de habilidades, estadísticas y personajes es la suficiente para añadir una dimensión estratégica a cada batalla.

A pesar de su brevedad, Inside System consigue insuflar algo más de vida al título al añadir varios extras tras completarlo. Además del típico Nuevo Juego Plus, podremos desbloquear una nueva mazmorra, Nightmare Dungeon, la más difícil del juego con diferencia. También tendremos la oportunidad de jugar a tres minijuegos diferentes: Syegacha, Avoid Runner y un tipo de Póker. Aunque no son nada del otro mundo, consiguen entretener mínimamente y suponen una sorpresa para los que hayan terminado Brave Dungeon.

Brave Dungeon

Kawaii desu ne!

Brave Dungeon llega a España subtitulado al inglés y con voces en japonés. Como la historia es prácticamente inexistente, no supondrá ningún problema para los jugadores que no sepan el idioma, además de que la traducción cuenta con algunos errores anecdóticos. Junto a su estética anime pixelada y sus canciones del país nipón, está pensado para los amantes de la animación japonesa, que disfrutarán seguro de su apartado audiovisual.

Brave Dungeon funciona como RPG, pero es demasiado fácil, sencillo y superfluo como para ofrecer algo más que explorar mazmorras poco inspiradas con un sistema de combate clásico, aunque entretenido. Aun así, tiene un mínimo de valor, sobre todo para los que hayan jugado a The Legend of the Dark Witch y quieran algo diferente. Para los demás, es difícil recomendar este título.

Escrito por
Aspirante a periodista de videojuegos y youtuber, Doble Grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual Bilingüe, Link y Mario me enseñaron que había muchos mundos más allá del nuestro.

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