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Análisis de The Elder Scrolls: Blades

Hay juegos de dispositivos móviles que se han portado a Nintendo Switch con acierto como Gear.Club Unlimited, que supo adaptarse a los jugadores de videoconsola, y luego hay juegos como The Elder Scrolls: Blades que no son nada del otro mundo en smartphones y no tienen justificación alguna en la máquina de Nintendo.

Simplificado y sin ritmo

Todos conocemos la saga The Elder Scrolls (Morrowind, Oblivion, Skyrim…) y quien más y quien menos ha tenido el placer de enfrentarse a sus mundos abiertos donde suceden toda clase de historias de fantasía, por eso se nos hace raro cambiar tanto de tercio ahora y enfrentarnos a un juego de gestión de recursos donde nuestra única misión será reconstruir una ciudad arrasada por las hordas de la Reina de Sangre. Como Cuchillas que somos, esto no puede quedar así, pero antes de la venganza viene el coger madera, piedras y un no muy largo etcétera para ir construyendo casas que hagan a más gente querer volver y de paso reabrir sus comercios, como la herrería y otras tiendas de las que nos beneficiaremos.

De por sí, cambiar la jugabilidad de una saga no es malo, pero en The Elder Scrolls: Blades la ejecución no ha sido en absoluto buena, y si tenemos en cuenta que estamos hablando de una videoconsola, las sensaciones son aún peores.

Detrás de una historia interesante que nos van narrando los habitantes de nuestro ahora renacido pueblo se esconde una jugabilidad basada en la obtención de materiales y la reconstrucción que puede casar con un teléfono móvil y el hecho de que lo llevemos siempre encima, pero en Nintendo Switch no estamos acostumbrados a tener que esperar para completar acciones tan mundanas y mucho menos a tener que pagar dinero real por gemas que aceleren este proceso. Sí, The Elder Scrolls: Blades es un free to play y casi todo se podrá conseguir sin pagar (a no ser que el tiempo lo contéis como algo material), pero la espera se hará eterna y sobre todo no merecerá la pena.

El gran lastre de este juego es su otra parte jugable, consistente en aceptar una misión, teletransportarnos al lugar donde esta tiene lugar y luchar en uno de los sistemas de combate más simplones y aburridos a los que nos hemos enfrentado jamás. Enemigos repetitivos se las verán contra espadazo a la izquierda, espadazo a la derecha y conjuro, a lo que responden atacando de vez en cuando, acción que mitigaremos levantando el escudo en una de las animaciones menos actuales que podáis imaginar. Vale que TES nunca se haya caracterizado precisamente por su sistema de combate, pero simplificarlo así es pasarse. Al menos tiene algún toque interesante como las debilidades de enemigos a un determinado elemento, las subidas de nivel de nuestro personaje o que podamos usar el control por movimiento de los Joy-Con para atacar (anecdótico esto último).

Por cierto, podréis poner a prueba vuestra habilidad para el combate en la Arena, un modo en línea donde nos enfrentaremos contra otro jugador y donde se hará todavía más patente que los enfrentamientos son más un tedio, casi diríamos un trámite en el modo historia, que otra cosa.

Por supuesto y siguiendo con la tónica general del título, visualmente le notaremos las costuras casi a cada paso, aunque tampoco es un juego para nada feo, simplemente es que las texturas no son todo lo nítidas que deberían y que la carga poligonal es escasa, algo que en una pantalla como la de un móvil se disimula mejor. Las caras y movimientos de los NPC, mediocres, como es marca de la casa. Musicalmente hablando sí destaca este The Elder Scrolls: Blades, acercando sus partituras más a lo que pudimos oír en Skyrim pero con entidad a todas luces propia. Sin duda, lo mejor de todo este subproducto y apartado muy por encima de todos los demás.

En definitiva, un juego recomendable únicamente a aquellos que hayan logrado sacarle alguna satisfacción en su smartphone y busquen comprobar qué tal se ve en en el televisor, ya que podremos continuar nuestra partida en cualquier dispositivo donde tengamos abierta nuestra cuenta de Bethesda.

Quienes esperen un buen juego para consola, ya no digamos un buen The Elder Scrolls, mejor que se lo piensen dos veces.

Resumen
Mismo juego que en smartphones pero con más esquemas de control y movimiento libre por sus cerradas áreas en forma de pasillos. La parte de gestión y reconstrucción de la ciudad no tiene mucho, pero el combate no tiene nada de nada. Buena música e historia de fondo.
4.5
Pobre
Escrito por
Señor Bichos para ti.

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