Hay veces que un juego corto sienta bien para cambiar de aires, y Reed Remastered es uno de esos títulos que puede completarse en poco más de una hora (o incluso menos). Ahora es el momento de ver si ese respiro es fresco o no, y si su desarrollo cumple lo que su premisa nos cuenta.
En el mundo digital
Un superordenador creó hace tiempo un maravilloso mundo digital, que por desgracia ahora se está yendo al traste. Para evitar que esto suceda, la propia computadora ha creado una pequeña criatura llamada Reed, para que consiga cubos de información que permitan reiniciar el sistema y así salvarlo.
Es precisamente esa premisa la que nos lleva a recorrer todos los niveles del juego, de unos segundos de duración. En cada uno de ellos hay un cubo por el que tenemos que pasar para recolectarlo y luego a la puerta de la salida de la fase. El camino no es tan sencillo como pudiera parecer, ya que hemos de de sortear con nuestros saltos trampas diversas para poder salir airosos.
50 niveles computacionales
La dificultad del juego va creciendo poco a poco a lo largo del título, pero es un tanto irregular. Es decir, muchas veces la muerte nos llega sin saberlo por chocarnos por un pincho que está escondido o por unas flechas que llegan sin que sepamos que fueron lanzadas. Esto, unido a que el diseño de niveles no es excesivamente variado, son detalles que impiden que destaque algo más.
A nivel visual tenemos un título que utiliza habitaciones pequeñas con diseños muy similares, con un píxel bonito aunque sin demasiada variedad en su presentación. Su efecto de movimiento de pantalla puede ser algo molesto aunque puede desactivarse, al igual que la música, un apartado que acompaña pero que no se luce mucho.
A Reed Remastered se le nota mucho que viene del terreno móvil, pero aun así no es un título que sepa destacar mucho por méritos propios. Puede darnos un rato entretenido, aunque se hace algo repetitivo en diseño y es mejor jugarlo en pequeños momentos, que, dada su duración, no serán muchos.