Hay juegos que destacan no solo por su propuesta, sino porque luego muchos otros los utilizan como fuente de inspiración. Uno de ellos es LIMBO, el cual es la principal fuente de la que bebe Neversong en su jugabilidad, aunque el que nos ocupa apuesta más por el color y por darle una mayor importancia a la narrativa.
¿Dónde se ha metido todo el mundo?
La historia de este juego nos pone en la piel de Peet, un jóven que despierta de un coma provocado por el trauma del secuestro de su novia Wren. Sin embargo, su despertar lo lleva ante un mundo algo cambiado, en el que los adultos han desaparecido y en el que el destino de Wren no está claro, aunque ella misma nos ha dejado objetos en su casa para que nos sean de ayuda.
La ambientación es la propia de una historia de terror para niños, y pone temas como las emociones y la autosuperación en primera línea en diferentes ocasiones. El desarrollo como tal es el de un metroidvania 2D algo lineal en el que hay pequeños puzles que superar, algunas mazmorras y varios objetos que nos dan nuevas habilidades y nos permiten explorar nuevas zonas. Las dinámicas son muy sencillas y a pesar de que puede que en algún momento no tengamos claro qué hacer, no nos requerirá mucho tiempo dar con una solución al problema al que nos enfrentemos.
Jugabilidad ligera, temática oscura
En Neversong encontramos un poco de varios géneros, y también una historia con una temática más oscura de lo que parece al inicio. No profundiza demasiado en ninguno de sus apartados y eso puede hacerse sea algo básico, pero el resultado final es interesante, y durante las tres horas que dura el viaje consigue tenernos atrapados de inicio a fin. Eso sí, presenta unos tiempos de carga al cambiar de zona que son en ocasiones demasiado largos, rompiéndonos incluso la inmersión.
A nivel gráfico el universo de colores y de dibujo resulta llamativo. Los personajes, aunque sencillos, consiguen captar nuestra atención, especialmente los jefes finales. El sonido es el adecuado en cada momento del desarrollo, y acompaña a la emoción que se nos busca recalcar, y de hecho la música juega un papel en la trama, pues si tocamos ciertos temas en un piano cuyas teclas están asociadas a los botones del mando, desbloquearemos ciertos elementos.
Neversong es un título interesante para los amantes de las narrativas diferentes. Su buena traducción al español (y voces en inglés) ayuda a que nos sumerjamos en su universo, y también hay presentes algunos coleccionables para decorar a nuestro personaje que nos invitan a explorar mejor las zonas del mapeado, aunque en general es algo lineal y corto. No es el juego que va a tenerte enganchado durante semanas, pero sí que puede er el juego que te atrape mucho durante una tarde.
