Ary and the Secret of Seasons es un juego de aventuras que combina la resolución de rompecabezas con combates en tiempo real y plataformas. Es un juego resultón que visualmente recuerda en cierta medida a otro igualmente colorido llamado A Hat in Time. En cuanto a jugabilidad y salvando las distancias, bebe de de la saga Zelda, con un amplio mundo para explorar y mazmorras llenas de peligros. Un juego prometedor que enseguida veremos si es capaz de cumplir con nuestras expectativas.
Ary and the Secret of Seasons
La historia comienza con una niña jugando en su cuarto mientras recrea una épica batalla ocurrida tiempo atrás. Una contienda que marcó el destino de muchos y dio lugar al origen de los llamados guardianes. Nuestra joven protagonista se llama Ary y es la hija del guardián del invierno. Cuando su hermano Flynn desaparece, su padre cae en una profunda depresión. Poco tiempo después, un misterioso cristal cae del cielo alterando por completo el ecosistema de su zona, Yule. La antaño siempre nevada región ahora sufre un sol abrasador causando multitud de desastres. Ante semejante debacle, los guardianes son llamados a reunirse para buscar una solución al problema. Pero dado el estado en el que se encuentra su padre y la ausencia de su hermano, Ary decide ocupar su lugar.
Ary and the Secret of Seasons hace un trabajo excelente a la hora de presentar y narrar su historia. Las cinemáticas están muy bien dirigidas y animadas, con un doblaje en inglés excepcional que disfrutamos a cada momento. Sin embargo, este nivel de calidad se queda ahí. Cuando leemos los diálogos fuera de estas cinemáticas, al no estar doblados la cosa cambia mucho. El motivo no es otro que una traducción de una pésima calidad. Siempre es una alegría ver que un juego llega en español, pero cuando ves que un título pequeño como este llega traducido a entorno una decena de idiomas, las alarmas saltan. No sin motivo. Entre otras cosas, hay diálogos incoherentes, errores gramaticales, personajes diferentes que repiten conversaciones idénticas e incluso idiomas mezclados. Algo perdonable, si centramos nuestra atención en el diseño y el carisma de los personajes relevantes de la historia.
Descubriendo el mundo de Valdi
El mundo de Ary and the Secret of Seasons es muy grande y está divido en diversas zonas inspiradas en una de las cuatro estaciones. Su diseño es semiabierto, lo que quiere decir que podemos movernos libremente por el mismo, pero en ocasiones nos encontramos con una puerta o portón donde se produce un tiempo de carga. Sigue un diseño visualmente simple pero muy llamativo, aunque en ocasiones encontramos algún elemento fuera de lugar. El mayor problema de este amplio mundo, es que no despierta nuestro interés por explorar. El único incentivo para desviarnos de la misión principal es recoger algún coleccionable, hacer un recado genérico o abrir cofres a cambio de un puñado de monedas o un objeto cosmético.
Por otro lado, si que resulta interesante y aquí reside la mayor virtud de este juego, como interacciona nuestro poder con el entorno. Como guardiana en funciones del invierno, Ary puede usar su cristal para crear una esfera de invierno que congela el agua, crea bloques de hielo o hace aparecer plataformas. Cada poder estacional crea un efecto distinto y da lugar a situaciones muy variadas donde tenemos que combinar estos poderes para resolver rompecabezas. Sin embargo, la mejor baza de Ary and the Secret of Seasons es también su peor enemigo. Mientras que en modo portátil el juego funciona sin problemas, en sobremesa el rendimiento es pobre y cuando activamos las esferas se hace prácticamente injugable.
El poder de las estaciones
En Ary and the Secret of Seasons abundan los peligros y el combate forma parte integral del sistema de juego. El diseño de los enemigos es cuanto menos simpático y nos enfrentamos a animales antropomorfos como hienas o mapaches. En cuanto a la mecánica en sí, es bastante simple. Podemos lanzar una cadena de ataques sencilla, rodar para esquivar, fijar enemigos, bloquear y contraatacar o utilizar nuestro poder estacional.
El problema, es que la sensación que ofrece es muy torpe y se nota que está poco pulido. Para muestra de esta falta de cuidado, no tenemos mas que fijarnos en que es difícil saber cuando nos han dañado porque no hay ningún indicativo visual o sonoro. Además, la mecánica de bloqueo es tan sencilla que los combates resultan triviales. Combates que, siempre que el escenario lo permita, vamos a esquivar porque no hay ninguna recompensa por derrotar enemigos.
Por último, algo que probablemente ya hemos comentado en alguno de los apartados anteriores, es que es un juego con muchos bugs. Algunos ejemplos son: corazones que a veces se regeneran por completo sin ningún motivo, jefes que mantienen el nivel de vida cuando se reinicia el combate, cofres inaccesibles, personajes con misiones secundarias que no permiten interaccionar, animaciones que atraviesan cuerpos, animaciones que se atascan en bucle, … La lista es demasiado larga.
